La Policía Nacional efectuó la semana pasada las últimas detenciones de varios integrantes de un clan familiar asturiano, responsable de casi el 90 por ciento del tráfico de heroína y de un 70 por ciento del de cocaína en la región. En total, a lo largo de la operación, han sido detenidas 19 personas, de las que catorce han ingresado ya en prisión.

En rueda de prensa, el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, destacó este martes la "eficacia, cooperación, rigor y profesionalidad" de los distintos órganos que han participado en la operación, que se desarrolló durante el último año y medio y en la que colaboraron la Fiscalía Antidroga de Asturias, el Servicio de Vigilancia Aduanera, integrantes de la Policía Judicial de todas las comisarías de Asturias y la Agencia Tributaria.

Trevín explicó que el clan, asentado en la Cuenca del Nalón, utilizaba novedosas fórmulas de organización interna "en sentido mafioso" para dificultar el trabajo policial. Al respecto, apuntó que buena parte de los detenidos son parientes que se responsabilizaban de forma independiente de las tareas de dirección, transporte, almacenaje y distribución y que utilizaban como norma básica la ley del silencio, además de un código interno para resolver conflictos y dificultades.

PISOS, BARES Y CLUBES DE ALTERNE

Siempre según estas fuentes, los 19 detenidos dividían el negocio en el tráfico de heroína y cocaína y el blanqueo de capitales mediante la adquisición de bienes inmobiliarios y la constitución de sociedades mercantiles, confiadas a testaferros, con las que controlaban negocios de hostelería y buena parte de los clubes de alterne asentados en el Principado. Por el momento, se desconoce a cuánto puede ascender el importe de lo blanqueado, aunque se cree que se trata de una cantidad de dinero "muy importante".

La operación se inició cuando los Grupos de Investigación de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Asturias detectaron un aumento de la actividad en la distribución de drogas que no se resentía con las detenciones y las incautaciones de las sustancias. Las investigaciones se centraron en un amplio clan familiar con residencia en Langreo, San Martín del Rey Aurelio, Gijón y Oviedo.

Los 400,7 gramos de cocaína incautada procedían de Sudamérica y venían camuflados en tres contenedores de polipropileno que iban a ser descargados en una nave industrial en Alovera (Guadalajara), para posteriormente distribuir la droga en Asturias.

Además, entre otros efectos, se incautaron 2,1 kilogramos de heroína, dos revólver, tres pistolas, trece cajas de munición, quince proyectiles, 33.631 euros en efectivo, cuatro vehículos y varios móviles y balanzas de precisión.

El fiscal Superior del Principado, Gerardo Herrero, subrayó la dificultad de investigar el entramado de actividad de la red desde el punto de vista tributario y recordó que "hay que llegar al juicio con todas las pruebas". Por su parte, el Jefe Superior de la Policía, Baldomero Araújo, no descartó la vinculación del clan con dos tiroteos acaecidos este año en Riaño y Llanera y emplazó a estar vigilante para determinar quién ocupa el espacio libre que deja en el mercado de la droga el desmantelamiento del grupo.

En la operación han sido detenidos J.R.G.I, de 35 años; J.A.R.F, de 48; H.I.A., de 56; J.N.V, de 42; H.N.J, de 45; A.L.M, de 39; S.R.P, de 34; L.M.M.R, de 55; T.M.R., de 23; L.L.A., de 53; J.M.L, de 24; M.M.R.L, de 42; F.J.L.S. de 35; A.B.G, de 37; J.A.P.Y, de 34; J.R.S, de 34; D.R.B, de 50; C.C.C, de 38 y I.B.R, de 34.