La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife detuvo a un hombre de 30 años, identificado como D.A.R.B., como presunto autor de un delito de violencia machista, ya que conducía un vehículo del que su pareja se arrojó en extrañas circunstancias. Las supuestas incongruencias entre su versión y la que ofrecieron varios testigos provocó que acabara arrestado.

Un agente que patrullaba por Ofra se percató de que un vehículo realizó maniobras temerarias y que en el asiento del acompañante iba una mujer herida en la cabeza y que sangraba mucho. La primera reacción del policía fue facilitar el acceso del coche al hospital de La Candelaria. Una vez que la víctima quedó ingresada en el centro, los agentes se entrevistaron con el conductor, que dijo que mantuvo una discusión con la mujer, de 27 años, mientras se dirigían a Añaza y, al llegar, la joven se arrojó a la vía pública mientras el vehículo estaba en marcha. El acusado manifestó que recogió a su pareja y la trasladó al hospital.

Los partes médicos informaban de que sufre numerosas fracturas en la cabeza, la cara y una mano. Los agentes trataron de hablar con la mujer, pero ésta no recordaba nada. Los policías descubrieron que, poco antes, un testigo llamó al 112 para denunciar que un hombre había lanzando a una mujer fuera del coche en marcha en la avenida principal de Añaza, así como que el varón paró, recogió a la víctima y se fue. Otro testigo dijo que la mujer intentó bajarse del coche y el conductor se lo impidió, pero, a continuación, aceleró, se saltó un semáforo en rojo y la afectada cayó a la calzada.

La pareja tiene dos hijos, que estaban con los abuelos maternos. Al reconstruir el suceso, el arrestado sufrió un episodio de ansiedad y tuvo que ser atendido.