La Audiencia de Barcelona ha confirmado una sentencia que condenaba a cinco meses de prisión a un dermatólogo que dejó en un coma a una paciente por una intoxicación de vitamina D que le había recetado para tratarle de unos problemas en la piel.

En su sentencia, la sección quinta de la Audiencia desestima el recurso presentado por el médico, Juan Carlos G., contra la condena de cinco meses de prisión que le impuso un juzgado de Barcelona por un delito de lesiones por imprudencia grave.

El dermatólogo atendió entre febrero y noviembre de 2006 a una paciente con psoriasis postulosa y síndrome sapho en la consulta privada que tenía en la calle Córcega de Barcelona y le prescribió un tratamiento de calcio y vitamina D, preparado en una fórmula magistral que le suministraba la farmacia.

La sentencia considera que el tratamiento indicado a la paciente era el correcto, pero el médico no le practicó las analíticas periódicas necesarias para controlar sus niveles de calcio y vitamina D con el fin de ajustar la dosis precisa.

En diciembre de 2006, la mujer tuvo que ser ingresada en el Hospital de Sant Pau de Barcelona debido a un coma hipercalcémica originado por una intoxicación de vitamina D y no fue dada de alta hasta un mes después, con un trastorno depresivo como secuela.

En opinión del tribunal, de las pruebas practicadas en el juicio se desprende que el acusado fue imprudente no en las dosis pausadas a la paciente, sino por una "dejación en el control de los efectos que el tratamiento producía en la paciente".

Según la sentencia, el hecho de que no se realizaran analíticas a la paciente demuestra una "falta de diligencia" por parte del dermatólogo, sobre todo teniendo en cuenta que la mujer había sufrido desvanecimientos, cada vez más frecuentes, por la masiva ingestión de vitamina D hasta caer en coma.

Para la Audiencia de Barcelona, el acusado incurrió en un delito de lesiones por imprudencia porque su conducta supone "un desconocimiento inadmisible de aquello que profesionalmente ha de saberse".