La juez del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número Dos de Las Palmas de Gran Canaria ha decidido poner en libertad sin fianza al empresario canario José Miguel Suárez Gil, aunque deberá portar un dispositivo telemático de detección GPRS y se le mantienen las imputaciones por un supuesto delito de amenazas graves y coacciones.

Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), se ha retirado el pasaporte al empresario, quien tiene la prohibición de abandonar Gran Canaria y la tenencia de armas, así como la posibilidad de obtenerlas. Además, deberá presentarse ante el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.

Hasta ahora, y desde el pasado 7 de enero, Suárez Gil, de 66 años, se encontraba en prisión provisional y sin fianza por unos supuestos delitos de amenazas, detención ilegal y tenencia ilícita de armas tras mantener un altercado con su mujer, la abogada Josefina Navarrete, que tuvo lugar el 4 de enero.

Por su parte, el empresario, sin antecedentes policiales, fue detenido en su domicilio por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y puesto a disposición del Grupo del Servicio de Atención a la Familia, tras ser comisionados por la Sala Operativa del 091, donde se recibió alerta del 1-1-2 informando de que el arrestado tenía retenida en su domicilio a su esposa, amenazándola con un arma de fuego.

Posteriormente, sobre las 10:00 horas del martes 4 de enero, son comisionados los agentes por la Sala del 091, personándose en el domicilio de los hechos donde presuntamente un "individuo estaba amenazando a una mujer con un arma de fuego".

Así, una vez en el lugar, se corroboró que en el interior del domicilio se encontraba su pareja y que Suárez Gil tenía un arma de fuego con la que la estaba amenazando. El empresario y su mujer se encontraban en proceso de separación. Seguidamente, una vez evaluada la situación, los agentes adoptaron las medidas de seguridad pertinentes para estos casos, incluidos los chalecos antibalas, y entraron en la vivienda, ya que la puerta estaba abierta.

Una vez en el interior del domicilio del empresario, encontraron que en el salón estaba Suárez Gil, que portaba en su mano derecha un arma de fuego con la que apuntaba hacia el suelo, y muy cerca de él, se encontraba su esposa, que mostraba "bastante temor por la situación del momento". Los agentes le requirieron al detenido para que depusiera su actitud e hiciera entrega del arma, y aprovechando un momento de descuido procedieron a reducir y desarmarlo.