Miembros de la Policía Local de San Miguel de Abona capturaron a dos hombres y un menor, todos de nacionalidad rumana, como supuestos autores de numerosos robos con fuerza y hurtos en talleres del citado municipio. Los agentes descubrieron que, en apenas 15 días, los acusados vendieron casi 20.000 euros en material a una chatarra ubicada en la zona industrial de Las Chafiras.

Los tres individuos formaban una banda familiar, integrada por un padre, su hijo adolescente y el primo del primero.

Los apresados fueron identificados como F.F., de 34 años; M.F., de 17, así como D.D.P., según explicaron las fuentes policiales consultadas por EL DÍA en la jornada de ayer. Los individuos atrapados ayer actuaban en un furgón Ford de color blanco, donde cargaban las diversas mercancías robadas.

Un testigo

Supuestamente, pasadas las 14:00 horas de ayer, un testigo avisó al cuerpo de seguridad municipal para informar de que tres individuos acaban de huir, después de que supuestamente hubiesen cometido otro de los delitos contra el patrimonio.

Los policías locales localizaron el mencionado vehículo y comenzaron la persecución de los supuestos autores de las sustracciones.

Al final, los rumanos fueron capturados en una de las calles del casco urbano. Los agentes municipales obtuvieron ayer documentación en la que supuestamente consta la venta de mercancía a una empresa recuperadora de metales por un montante superior a los 18.900 euros en poco más de dos semanas.

Los acusados supuestamente se apropiaron de diverso material, como baterías, chapas y otros metales.

A partir de ahora, los policías tratarán de determinar si los mencionados rumanos también están vinculados con la importante sustracción de cable de cobre en la red de suministro eléctrico instalada en la urbanización Llano del Camello, cerca de Las Chafiras. De hecho, el ayuntamiento decidió hace algún tiempo soldar las tapas de las arquetas en algunos núcleos.