La Sección Segunda de la Audiencia Provincial tinerfeña ha condenado a Florin Crinu N. a cuatro años y medio de prisión y al pago de una multa de 100.000 euros al ser autor de un delito de tráfico de drogas, en 2009.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso EL DÍA el día 25 de julio de 2009, agentes de la Guardia Civil del aeropuerto Reina Sofía identificaron al acusado, un súbdito natural de Rumania, cuando arribó al aeropuerto en un vuelo procedente de Bruselas descubriendo que transportaba oculta en un paquete 1.077 gramos de heroína y cuya finalidad era introducirla en el mercado ilícito y cuyo precio en el citado mercado hubiera alcanzado 66.719,68 euros.

Asimismo, al inculpado se le intervino un teléfono móvil que le servía para comunicarse con las personas que le entregaron la sustancia estupefaciente y 110 euros en metálico.

No pensaba que era droga

En el texto legal se asegura que el acusado reconoció haber viajado a Bruselas para recoger una maleta, siendo parado por la Guardia Civil en un control aeroportuario, declarando que no sabía lo que llevaba la maleta y que pensaba que era documentación falsa, pero nunca pensó que era algún tipo de sustancia estupefaciente.

El procesado además dijo que debía cobrar unos 1.000 euros por dicho trabajo y que debía esperarle junto a la parada de taxis una persona . Asimismo dijo que el dinero lo necesitaba por un problema de salud de su hijo.

Uno de los guardias civiles que se encontraban de servicio en la citada terminal ese día observó cómo el acusado estaba nervioso a su llegada y que cuando abrieron la maleta y hallaron el doble fondo no notaron sorprendido al súbdito extranjero.

El Tribunal resalta que no se llegó a acreditar durante todo el proceso la grave enfermedad del hijo del acusado ni la penuria social.