El Sindicato de Pilotos Comerciales (Sepla) acogió ayer con satisfacción la decisión de imputar judicialmente a directivos de la empresa Inaer en la instrucción de la investigación del accidente de helicóptero ocurrido en Tenerife en 2006, en el que murieron seis personas.

El Sepla valoró positivamente la medida por considerar a los directivos responsables directos del deficiente mantenimiento del aparato, pese a los reiterados avisos de un fallo en sus palas. El sindicato recordó que los manuales del fabricante y el operador inciden en caso de deficiencias en la necesidad de aterrizar "cuanto antes" para un caso de fallo como el que provocó el accidente, mientras que el manual de Inaer permite demorar la toma de tierra hasta en dos horas. "Esta diferencia pudo provocar que la tripulación no tuviera conciencia de la emergencia real de la situación", apuntó el Sepla.

El presidente ejecutivo del grupo Inaer, Luis Miñano López, junto con el consejero delegado de la compañía, Jorge Díaz, fueron llamados a declarar en calidad de imputados por delitos contra los derechos de los trabajadores y homicidio por imprudencia grave por el accidente de helicóptero ocurrido frente a las costas de Anaga.

Junto a ellos, también están imputados otros cinco directivos de la empresa por los mismos delitos, entre los que se encuentran el director de Operaciones y el del área de Mantenimiento.

En el citado accidente, ocurrido el 8 de junio de 2006, un Sikorsky operado por Helicsa (empresa adquirida posteriormente por Inaer) se estrelló contra el mar frente a Roque Bermejo.

El helicóptero, que había estado cubriendo la ruta de pasajeros Ceuta-Málaga, llevaba días dando avisos de fallo en la presión de las palas, pese a lo cual responsables de la compañía decidieron ignorar lo establecido por los manuales del fabricante para dichos casos, esto es, proceder a sustituir la pala inmediatamente.