Agentes de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife han tenido que intervenir, en los últimos días, en dos posibles casos de violencia de género que se saldaron con sendas detenciones. En el caso más complicado un varón de 46 años presuntamente golpeó y después amenazó de muerte a su pareja con un cuchillo, esta persona fue identificada como R.L.L. y los hechos ocurrieron en la zona de Añaza.

Según informó el Cuerpo, el otro arresto se produjo en Valleseco y la víctima se refugió en casa de una vecina.

En el primer caso, la dotación policial fue requerida desde la Sala de Radio Control, debido a la solicitud de auxilio de una mujer de 40 años, quien manifestó haber sido golpeada por su marido y amenazada de muerte con un cuchillo posteriormente. Los agentes se dirigieron al domicilio familiar y se encontraron con la hija del matrimonio en la escalera. La joven estaba muy nerviosa y refirió que de manera muy agresiva portaba un cuchillo.

Una vez dentro del piso los policías lograron convencer al detenido para que depusiera su actitud, siendo detenido a continuación. A petición propia se le trasladó a un centro de salud y después a las dependencias policiales. Además los agentes comprobaron que existía una orden de alejamiento de este hombre tanto de su esposa como de sus hijos. El arrestado quedó a disposición judicial.

La otra detención se produjo en el barrio de Valleseco y el arrestado fue identificado como D.H.H., de 32 años de edad. El aviso se produjo por parte de la víctima que se había refugiado en casa de una vecina. Una vez allí, los policías se entrevistaron con esta mujer de 31 años, quien les manifestó que había sido agredida por su pareja, quien además le había quitado el móvil y su coche a la fuerza.

Los agentes fueron al domicilio del arrestado y a la vista de lo acontecido lo detuvieron, trasladándolo a un centro sanitario y luego a las dependencias policiales.

PELEA FAMILIAR

Por último, la Policía Local de la capital tinerfeña también tuvo que actuar en una violenta pelea entre dos hermanos, menores de edad, en el domicilio familiar. Los dos afectados son un chico de 17 años y su hermana de 15. Al llegar al lugar de los hechos los agentes se encontraron mechones de pelo en las escaleras y dentro del piso muebles rotos y diversos objetos en el suelo.

Tras entrevistarse con la madre de ambos, que estaba muy nerviosa, hablaron con los dos jóvenes, constatando que se habían agredido mutuamente llegando a emplear un tenedor y una llave inglesa. Además, la chica señaló que su hermano le había dado un puñetazo y cortado el pelo a la fuerza.

Los policías informaron a ambos de sus derechos y los trámites a seguir, aunque ninguno quiso ser asistido en un centro sanitario.