Los forenses que practicaron la autopsia al fallecido en el asesinato cometido en enero de 2007 en Los Realejos explicaron ayer que no encontraron signos evidentes en el cuerpo de la víctima de que esta hubiera intentado defenderse.

Los peritos, que declararon en la cuarta sesión del juicio con jurado popular contra M.M.C.C., explicaron que tras realizar los análisis de la sangre del fallecido descubrieron una tasa de alcohol de 1,16 gramos por litro en sangre, una cantidad bastante inferior a la que tendría en el momento en que se cometió el crimen, puesto que desde que recibió las puñaladas y hasta que falleció pasaron algunas horas; la víctima fue agredida sobre las 2:00 horas y falleció en el Hospital Universitario de Canarias en torno a las 5:00 horas.

Los expertos encontraron restos que indicaban que había consumido sustancias estupefacientes esa noche, en concreto cocaína, pues aunque esta droga permanece varias semanas en sangre existían rastros de la misma en la nariz de la víctima.

Estos hallazgos llevaron a los forenses a concluir que el hombre no pudo defenderse, puesto que en el momento de la agresión tenía mermadas sus capacidades.

La víctima recibió hasta ocho puñaladas realizadas con un objeto inciso-punzante de doble hoja en paralelo, que le provocó un total de 16 heridas.

Dos de las heridas se realizaron en la cara anteroexterna del tercio superior del brazo derecho; dos sobre la clavícula derecha; dos en la línea axilar posterior a nivel intercostal; dos en el epigastrio; una a nivel de la línea clavicular media del hemitórax izquierdo; dos penetraron en la cavidad torácica izquierda; dos en la musculatura paravertebral izquierda; dos sobre las apófosis espinosas de las últimas vértebras y dos a nivel lumbar. Las heridas afectaron, entre otras partes del cuerpo, al pulmón izquierdo, lo que le provocó una hemorragia interna y la muerte.

El juicio contra M.M.C.C. llegará hoy a su fin con la deliberación del jurado popular.