La Guardia Civil detuvo a dos hombres por intento de asesinato de la ex esposa de uno de ellos en Arona. Así, el exmarido de la víctima contrató los servicios de un sicario con el objetivo de ponerle una inyección de mercurio. La investigación del caso fue desarrollada por agentes del Equipo de Policía Judicial con base en Playa de las Américas, que acusaron a ambos individuos de un delito de conspiración para cometer asesinato.

Las pesquisas comenzaron a mediados de mayo del presente año, cuando a los guardias civiles les llegó información de que un individuo ofreció a otro 10.000 euros para que matara a la expareja.

Desde ese momento, los integrantes del Equipo de Policía Judicial iniciaron una operación que consistió en la vigilancia y seguimiento al supuesto sicario con el fin de localizar y proteger a la mujer. De hecho, en un primer momento, los agentes solo sabían que la víctima residía en Candelaria y que tenía hijas menores. En cuanto al presunto inductor, los funcionarios no contaban con dato alguno.

Tras la pertinente orden dictada por el Juzgado de Instrucción número Cuatro de Arona, los guardias civiles detuvieron al sicario, que fue identificado como J.J.A.D., de 35 años, nacionalidad española y residente en el Sur de Tenerife.

A raíz de las declaraciones efectuadas por dicho acusado, los investigadores pudieron conocer el nombre de pila del inductor, así como su antiguo domicilio, ubicado en Costa del Silencio.

Al final, este último individuo también fue identificado y arrestado. Se trata de A.D.H.B., un hombre de 49 años y de nacionalidad española.

El Equipo de Policía Judicial procedió después a localizar a la víctima e informarla de los hechos.

El patrimonio

Los motivos alegados para intentar asesinar a la mujer era que ésta pertenece a una familia acomodada. Además, durante la separación del matrimonio, la esposa se había quedado con el chalé familiar y una empresa.

A tenor de la hipótesis barajada por los investigadores, la intención del exmarido era que, al matar a la víctima, las hijas de ambos heredarían el patrimonio y él también obtendría bienes.

Aunque nunca existieron antecedentes por violencia de género mientras duró el matrimonio, los guardias civiles tuvieron conocimiento de que el procedimiento para llevar a cabo el asesinato consistía en inyectar a la mujer una jeringuilla con mercurio.

El segundo paso

Además, a raíz de las mismas pesquisas, la Policía Judicial también pudo averiguar que, si salía bien la muerte violenta de la exesposa, el plan de los dos hombres implicados consistía en esperar un año e intentarlo también con los exsuegros.

Tras la instrucción de las diligencias, los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número Cuatro de Arona, que ordenó el ingreso en prisión provisional de ambos acusados.

El citado servicio concluyó durante la semana pasada, aunque los hechos fueron divulgados por la Comandancia Provincial del Instituto Armado en la jornada de ayer.