El bebé salvado tras serle practicada una cesárea de urgencia a su madre, fallecida por el disparo de un hombre que irrumpió en una iglesia de Madrid, presentaba un pronóstico "muy grave" al nacer aunque sus constantes, tensión arterial, nivel de glucemia y saturación de oxígeno eran normales.

Sin embargo, aún está pendiente de evaluar su estado neurológico, ya que nació en parada cardiorrespiratoria, según ha relatado hoy la neonatóloga de guardia del Summa que le reanimó, Tamara Carrizosa.

El hospital La Paz, en el que está ingresado, ha comunicado que no informará sobre el estado del bebé por expreso deseo de la familia.

La neonatóloga ha contado también que, pese la urgencia de la intervención, hubo un momento para que el padre del recién nacido pudiera verlo en el mismo lugar de los hechos, aunque, como todo el mundo, ha comentado, el hombre estaba también en "estado de shock".

En declaraciones a los medios, Carrizo y la directora médica del Summa, María José Fernández, han explicado que sobre las ocho de la noche recibió una llamada advirtiéndola de un tiroteo con varios heridos y se movilizo una UVI móvil y a los cinco minutos otra y una ambulancia.

La primera dotación que llegó al lugar del suceso tardo entre ocho y diez minutos y se encontró a dos personas en parada cardiorrespiratoria (el agresor, que se suicidó, y su víctima) y a otra persona herida por un tiro de bala que estaba relativamente estable (una mujer de 52 años que recibió un disparo en el pecho).

Ante la oportunidad de salvar la vida del feto y la dificultad que presentaba un nacimiento en estas circunstancias se decidió que además de la asistencia de los servicios de emergencia se contara con el apoyo de un especialista, por lo que se movilizó a la neonatóloga de guardia y un coche logístico con la incubadora.

Después de la cesárea y la reanimación se comprobó que el recién nacido había recuperado el latido cardiaco y se le trató de enfriar, ya que la hipotermia puede proteger el cerebro del neonato.

Se le introdujo en la incubadora y, después de que su padre le viera, se le trasladó al Hospital La Paz, donde los médicos de la UVI del departamento de Neonatología continuaron con los cuidados.