"Había que coger el bisturí, abrir y sacar al niño cuanto antes (...) La decisión era cuestión de segundos, porque la mujer estaba en parada cardiaca". Es el testimonio de Ceferina Cuesta, la jefa de Guardia de Samur, que practicó una cesárea a la chica de 36 años que murió por un impacto de bala en la cabeza este jueves en la madrileña iglesia de Santa María del Pilar. La médica salvó la vida del bebé. El presunto autor de los disparos se llamaba Iván B.C., tenía antecedentes policiales por tráfico de drogas, malos tratos, amenazas, lesiones y atentado contra agentes de la autoridad, entre otros. Además, tenía una orden de alejamiento de una colombiana que no tiene nada que ver con las personas implicadas en el suceso.

Rocío Piñeiro Oitavén, la mujer embarazada a la que dispararon en la iglesia de Santa María del Pilar, "estaba en parada cardiaca, se intentó reanimar, pero no salía". Sólo le faltaba un día para salir de cuentas y los médicos tomaron una decisión "en cuestión de segundos": "Había que coger el bisturí, abrir y sacar al niño cuanto antes" -explicó la doctora Cuesta- "Ya que por la madre no se ha podido hacer nada, tienes que apostar por la vida de ese niño. Eso es lo que te decide a realizar esas técnicas y a salvar esa vida".

El pequeño llegó al Hospital de La Paz en estado crítico. Este viernes, seguía "muy grave", pero con las constantes recuperadas, la tensión arterial, la glucemia y la saturación de oxígeno normales, según Tamara Carrizosa, neonatóloga. No obstante, "neurológicamente, no se puede valorar cómo está", admitió la especialista en una rueda de prensa. Los médicos esperan que el bebé "salga adelante".

En el acto, la acompañaba María José Fernández, directora médico del Summa 112, que explicó los pormenores sanitarios del suceso. Todo ocurrió a las 20.00 horas, cuando un hombre de 34 años irrumpió en la parroquia y mató a Rocío Piñeiro, que tenía 36 años y asistía a misa con su madre. El pequeño que llevaba en su interior iba a ser su primer hijo. Después, disparó en el tórax a María Luisa F.C., de 52 años, que tiene una contusión pulmonar pero está consciente y fuera de peligro vital. Por último, el presunto asesino se suicidó.

Fernández afirmó que, cuando llegó la primera UVI, se realizaron maniobras de resucitación cardiopulmonar a Rocío Piñeiro. Después llegó una unidad del Samur y la otra UVI del Summa. La directora médico sostuvo que los presentes contactaron con Tamara Carrizosa porque "era necesario tener un apoyo de especialista". Cuando la neonatóloga llegó, la doctora Cuesta ya había practicado la cesárea y el pequeño estaba con pulso y ventilando.

Carrizosa trató de enfriar al bebé para evitar daños cerebrales porque "se ha visto que la hipotermia puede proteger a estos niños". Luego, se le metió en una incubadora y se le trasladó al centro hospitalario. El padre y único familiar directo pudo ver a su hijo antes de que se lo llevasen a La Paz. Una vez nacido el niño, los sanitarios prosiguieron con las labores de reanimación durante otros 20 minutos, pero, al final, la joven falleció.

Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid, propondrá al Pleno municipal de octubre que se galardone con la Medalla de Oro al Mérito Social a Ceferina Cuesta. Salvador Victoria, consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, dio la enhorabuena a los servicios de Emergencias por haber salvado al bebé, víctima de un suceso que ha conmocionado a toda la sociedad... "A mí el primero". Las autoridades están "a disposición de Sanidad" y de la familia de la víctima, para "echar una mano y ayudar" en lo que esté a su alcance.

La joven de 36 años es natural del municipio pontevedrés de Fornelos de Montes, según confirmó a Europa Press Emiliano Lage, alcalde de esta localidad. El primer edil explicó que la chica se había trasladado a Madrid por motivos laborales (era empleada de una sucursal de Novacaixagalicia). Poco después del suceso, Lage se puso en contacto con un cuñado de la víctima, que mantuvo que todos sus allegados estaban "destrozados".

La familia de Rocío "es muy conocida" en el pueblo y "nunca tuvo problemas con nadie". El regidor manifestó "la repulsa" de todos los habitantes de la localidad y subrayó que el suceso "todavía es más horrible por haber sucedido todo en una iglesia". Fornelos de Montes decretó un día de luto y celebró una concentración para mostrar su rechazo. Unas 200 personas se reunieron a las 12.30 horas de este viernes frente al Consistorio y guardaron un minuto de silencio.

EL AUTOR DEL CRIMEN MERODEABA POR LA IGLESIA

Francisco Santos, el sacerdote de la parroquia Santa María del Pilar, declaró que pudo ver la cara del presunto autor del crimen. Desde las 18.00 horas, el hombre merodeaba por la iglesia, preguntando a qué hora era la misa. "Los hechos se produjeron en los bancos finales, y él se descerrajó los tiros junto al altar. Siguió para adelante, disparó a otra señora, posteriormente disparó al techo de la Iglesia y luego se arrodilló y se metió la pistola en la boca", describió.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid explicaron que el agresor utilizó un arma de fogueo que ya tenía manipulada para disparar y hacer fuego real. Iván B.C. residía en Madrid y llevaba varios meses viviendo en la calle y durmiendo en diferentes albergues. Había sido detenido varias veces, desde los 20 años, y tenía antecedentes policiales por tráfico de drogas, malos tratos, amenazas, lesiones y atentado contra agentes de la autoridad, entre otros.

Además, tenía desde junio una orden de alejamiento de una mujer de nacionalidad colombiana que no tiene nada que ver con las personas implicadas en el tiroteo. El Grupo V de Homicidios se encarga de la investigación y, en principio, ha descartado que hubiese una relación familiar entre la fallecida y el supuesto asesino.

EL ARZOBISPADO DE MADRID LAMENTA LOS HECHOS

Monseñor Antonio María Rouco Varela, Cardenal Arzobispo de Madrid, y sus obispos lamentan la muerte de Rocío. En un comunicado, ellos expresaron su "dolor" por el "trágico" suceso y dieron sus condolencias al esposo de la joven y al resto de sus familiares. La chica pudo recibir el sacramento de la Unción de Enfermos y los sacerdotes de la parroquia también bautizaron a su hijo.

El Arzobispado afirmó en el escrito que eleva sus oraciones por el eterno descanso de la mujer embarazada, y "para que el Señor conceda el don del consuelo y de la esperanza de la vida eterna a su esposo, el hijo recién nacido y la familia". También da "gracias a Dios" por la actuación de los servicios de Emergencias, que permitió salvar la vida del pequeño.

Además, el texto explica que Rouco Varela y sus obispos piden al Señor por el pronto restablecimiento de la feligresa de 52 años herida en el tórax, al tiempo que solicitan el perdón divino para el autor de los hechos.