Varios policías, entre cuatro y cinco, han tenido que intervenir para reducir al hombre que, presuntamente, ha decapitado hoy a su hija en Girona y que ha asegurado que lo ha hecho obedeciendo al diablo, han informado a EFE fuentes de la investigación.

El presunto asesino, de nacionalidad colombiana, ha alertado por teléfono a los servicios de emergencia, y cuando los agentes han llegado a su casa les ha dicho que el demonio todavía estaba en el piso.

Para ser esposado, momento en que ha comenzado a emitir sonidos guturales, han tenido que intervenir varios Mossos d''Esquadra, y posteriormente ha sido sedado por personal del Servicio de Emergencia Médica, según las mismas fuentes.

Han detallado que la madre de la víctima se hallaba en el trabajo en el momento de los hechos y que, cuando la han llevado a su casa, ha sufrido un ataque de nervios y ha tenido que ser trasladada en ambulancia a un centro sanitario.

Por otra parte, los servicios sociales se han hecho cargo de la hermana de la víctima, de seis años, que también se encontraba en la casa en el momento de los hechos,

Una vecina de un bloque vecino, que no ha querido desvelar su identidad, ha relatado que ha oído al supuesto autor del crimen gritar durante diez minutos "cosas del demonio", y afirma que se ha asustado al pensar que sucedía algo grave, pero que, después, "se ha hecho el silencio".

Un vecino del mismo bloque, Carlos, ha confirmado que la familia se había trasladado allí hace al menos dos años, que son los que él lleva viviendo en el edificio.

Otra vecina del mismo rellano, que ha confirmado también esos dos años de residencia, ha dicho que vivían de alquiler y ha calculado en unos 35 años la edad del supuesto homicida.

El hombre se encuentra en estos momentos detenido, después de haber participado en la reconstrucción del crimen con el cadáver de la víctima todavía presente, y será el juzgado de guardia de Girona el que se haga cargo del caso.