La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a un año y ocho meses de prisión al armador gallego Manuel Antonio Vidal Pego por un delito de estafa, al ocultar que la pesca que vendió procedente de su buque pesquero Hammer había sido obtenida de forma ilegal en la Antártida.

La sentencia, que le impone además una multa de 3.600 euros, considera probado que, en diciembre de 2005, la patrullera del Gobierno australiano Oceanic Viking y el buque científico australiano Aurora Australis avistaron al buque Hammer, del que Vidal Pego era armador, faenando en la zona del Convenio para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida (CCAMLR).

Este hecho fue comunicado al armador del barco por su capitán. Con posterioridad a ese avistamiento, y a consecuencia de él, Vidal Pego gestionó un cambio de nombre del barco, que pasó a llamarse "Seoyang nº 101" y posteriormente "Chilbo-San nº 33".

Entre diciembre de 2005 y enero de 2006, Vidal Pego inició conversaciones con Luis Suárez Tabares, empleado de las entidades Coast Line y Freiremar, sobre la compra de las capturas del buque Hammer.

Vidal Pego ocultó al representante de la entidad Coast Line que el buque Hammer, que había capturado el pescado objeto de la compraventa, había sido avistado por las autoridades australianas por faenar en la zona del Convenio para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos de la Antártida (CCAMLR).

Como consecuencia de esa infracción, la mercancía nunca fue entregada a la entidad Coast Line, al haber sido confiscada por las Autoridades coreanas por haber sido capturada irregularmente en zona del Convenio CCAMLR, razón por la que la Audiencia Provincial de Las Palmas condena a Vidal Pego por estafa.

Tras conocer la sentencia, la asociación ecologista Greenpeace ha expresado su satisfacción por la decisión judicial y ha pedido una investigación en profundidad de los barcos y empresas de Vidal Pego, que han sido denunciados en varias ocasiones, según indica en un comunicado.

Greenpeace recuerda que Vidal Pego fue condenado en 2006 en Estados Unidos a una multa de 400.000 dólares y a cuatro años de libertad condicional por intentar introducir merluza ilegal en el país.

En el caso del buque Hammer, ya fue denunciado en 2004 por presuntos transbordos ilegales a otro barco de la compañía de Vidal Pego, el Galaecia, asegura la organización ecologista.

Greenpeace pide también al Ministerio de Medio Ambiente que actúe de manera decidida contra la pesca ilegal en un momento en el que la Política Pesquera Común está en fase de revisión.