La Fiscalía solicitó ayer a la Audiencia de Las Palmas que condene a 303 años de cárcel al principal acusado del llamado caso Kárate, Fernando Torres Baena, por abusar sistemáticamentede los alumnos de sus academias de artes marciales y comportarse con ellos como un "depredador sexual". En esta causa se investiga los abusos sexuales que supuestamente cometieron durante años sobre más de 60 menores Fernando T.B., expresidente de la Federación de Kárate de Gran Canaria y exdirector de I+D de la Federación Española de Kárate; su novia y monitora de kárate María José G.P. y los monitores Ivonne G.H. y Juan Luis B.C. El Ministerio Público solicitó que se declare a Fernando T.B. autor de 36 delitos de abuso sexual, 13 de corrupción de menores y uno de tenencia ilícita de armas. Para María José G.P., la Fiscalía demanda 154 años de cárcel por 20 delitos de abusos sexuales y cuatro de corrupción de menores; para Ivonne G.H., 146 años de prisión por 19 delitos de abusos sexuales y cuatro de corrupción de menores, y para Juan Luis B.C., 18 años de cárcel por tres delitos de abusos sexuales.

Según la acusación pública, Fernando T.B. se valió, desde que inició su carrera deportiva, en los años ochenta, de "la ascendencia espiritual y emotiva" que le daba su condición de maestro para desarrollar con sus alumnos una "técnicas psicológicas de manipulación tendentes a obtener la sumisión de los menores hacia los que ha sentido algún tipo de apetencia fiscal".

Por estas vías, el procesado logró que sus alumnos "se plegaran a sus deseos lúbricos, en los que cabía cualquier tipo de práctica sexual", sin importarle "el género masculino o femenino" de su "víctima, ni mucho menos la edad de ésta", sostiene la Fiscalía.

Fernando T.B. "planteaba sus deseos sexuales como métodos de educación y mejora deportiva" y "en sus primeras etapas como depredador sexual se valió de la que entonces era su esposa, a la que utilizó en diversas ocasiones, bien como instrumento de aproximación hacia los jóvenes, bien como señuelo o cebo sexual".