Agentes del grupo operativo de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife y de la Unidad de Intervención (Unipol) han colaborado con el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en la detención de un hombre de 27 años de edad que tenía pendiente una orden de expulsión del país.
Este servicio policial, tal y como ha informado la corporación municipal, se complicó debido a que el individuo utilizó como rehén a su hija de cinco meses para evitar su arresto.
La Policía Local acudió al barrio de La Salud debido a un aviso sobre un posible caso de violencia de género y en apoyo del CNP, que ya estaba interviniendo a través de su grupo de Extranjería. Cuando la Policía Nacional procedió a identificar al detenido, éste adoptó una actitud muy hostil hacia ellos y hacia su compañera sentimental.
Al arrestado le consta una orden de expulsión de España desde febrero de 2010. Cuando le fue comunicada esta circunstancia, cogió a su hija y se aferró a ella para impedir la detención. Según los testigos, previamente había tenido un fuerte altercado con la madre de la niña en plena calle.
El detenido comenzó a agredir a los agentes con patadas y golpes, aprovechando la seguridad que le daba tener a su hija en brazos. Consiguió entrar en el portal de su vivienda y trató de huir escaleras arriba, instante en el que se desequilibró y la menor cayó al suelo. Pese a todo, el sujeto logró llegar a su domicilio y cerrar la puerta.
Cuando los agentes consiguieron entrar en la casa, el arrestado había escapado del domicilio a través de una ventana del patio dirigiéndose a la azotea. La Policía comenzó a buscarlo por las diferentes azoteas del lugar y lo encontró agazapado en el interior de un trastero, procediendo a su detención.
La menor y su madre fueron atendidas por los recursos sanitarios desplazados al lugar y al hombre se le trasladó al Centro de Internamiento de Extranjeros.