La Policía Nacional ha detenido en Madrid a un hombre de 31 años por estafar más de 300.000 euros en comercios virtuales fraudulentos en los dos últimos años.

En atractivos portales, el detenido ofertaba material informático, teléfonos móviles, artículos electrónicos inexistentes o supuestos alquileres turísticos a precios muy asequibles y obtenía grandes beneficios en poco tiempo, según una nota de la Policía.

Utilizaba identidades falsas para contratar cuentas bancarias en las que recibía los pagos de sus "clientes", con quienes contactaba a través de números 902 que insertaba en las supuestas tiendas "online".

Hasta el momento, se han identificado más de quinientos ingresos realizados por sus víctimas en las cuentas utilizadas por el detenido, cuya actividad delictiva en la Red comenzó hace dos años.

Los investigadores han averiguado que acababa de poner en marcha una web, donde ofrecía productos de electrónica dentro de la campaña navideña.

Las pesquisas comenzaron en diciembre de 2009 a raíz de varias denuncias, presentadas en diferentes puntos del país, en las que alertaban sobre las actividades fraudulentas de una tienda virtual.

Todas se referían a una web que ofertaba artículos de electrónica de consumo a precios muy asequibles que, una vez recibido el pago, no entregaba los productos adquiridos.

La actividad delictiva se repitió en el verano de 2010, aunque esta vez el portal de Internet ofrecía el alquiler de apartamentos para la época estival que resultaron ser una estafa.

Un año más tarde, se identificaron nuevas estafas cometidas a través de páginas web dedicadas al alquiler de viviendas y, de cara a la Navidad, había puesto en marcha un nuevo comercio virtual, donde ofertaba productos electrónicos, que ya ha sido bloqueado.

Los especialistas de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) concluyeron que todos los fraudes habían sido realizados por la misma persona.

El presunto responsable seguía un mismo patrón que fue perfeccionando con el paso del tiempo y que le permitió no ser identificado durante los periodos en que permanecían activas las web ilícitas.

Para abrir las cuentas bancarias en las que recibir los pagos de sus víctimas, siempre en entidades "online", utilizaba documentaciones con datos reales -nombre, apellidos y DNI- pero modificando el resto de los datos y la fotografía.

Esa misma identidad era empleada para crear las web falsas, que además siempre se alojaban en la misma empresa de hosting.

De forma paralela, contrataba una línea de atención al cliente 902 para aportar una apariencia más creíble al portal.

Además, para recuperar el dinero producto de sus estafas utilizaba siempre cajeros automáticos situados en una zona concreta de Madrid.

En el registro de la vivienda del detenido, se intervinieron dos ordenadores, tres discos duros, teléfonos móviles y documentación variada pendiente de ser examinada.

Se han investigado cerca de sesenta cuentas bancarias vinculadas con las actividades ilícitas del arrestado e identificado 521 ingresos efectuados por sus víctimas.

La investigación ha sido realizada por agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) en colaboración con el GOA, adscritos a la Comisaría General de Policía Judicial.