Una monja tibetana de 19 años falleció al prenderse fuego en la provincia china de Sichuan (suroeste), informó hoy la agencia oficial Xinhua, con lo que son ya más de una veintena los religiosos que se han inmolado para protestar por la represión de esa etnia y pedir el regreso del Dalai Lama.

Tenzin Choedron, una joven monja del monasterio de Mamae, en la prefectura de Aaba, falleció el sábado por la noche mientras era trasladada a un hospital por la policía local, según la fuente.

"Choedron gritó lemas y protestas contra el Gobierno de Pekín antes de prenderse fuego en una autopista cerca de su convento. Soldados y policías llegaron inmediatamente y se la llevaron", explicó el diario "South China Morning Post".

El convento de Mamae, según el diario, es conocido históricamente por su lealtad hacia el Dalai Lama y en octubre de 2011 ya murió otra monja de 20 años también tras inmolarse.

También es recordado porque en marzo de 2008 un grupo de monjas organizó una protesta cargando el retrato del Dalai Lama, tras lo cual las autoridades locales iniciaron detenciones masivas y arrestaron a varias monjas, según el mismo periódico.

Según la organización no gubernamental Free Tibet, 22 religiosos tibetanos se han inmolado desde marzo de 2011 en protesta por la represión que vive su etnia y como una manera de reclamar el retorno de su líder espiritual, el Dalai Lama, exiliado en la India desde 1959.

Estas inmolaciones han motivado un incremento de la vigilancia de la zona por las autoridades chinas, que han ordenado que, a partir del próximo mes de marzo, todas las personas que quieran entrar en el Tíbet deben mostrar su identificación.

Las autoridades en Sichuan culpan a los tibetanos separatistas de fomentar "el odio entre los locales", tal y como, según las autoridades, sucedió en 2008, en las revueltas que causaron una veintena de muertos en la capital tibetana, Lhasa, aunque según los tibetanos en el exilio los fallecidos fueron más de 200.

"Las fuerzas extranjeras que promueven la independencia del Tíbet siempre han inventado rumores y distorsionado la realidad para desacreditar al Gobierno chino", señaló el portavoz de la cancillería china Hong Lei a finales del mes pasado.