El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha procesado a 52 miembros de una organización dedicada a blanquear dinero procedente de la venta de cocaína propiedad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de cárteles de la droga colombianos y ecuatorianos".

La organización, liderada por una mujer, Jenny Alexandra Fasce, acumuló en torno a 12 millones de euros a través de sus actividades. El magistrado procesa a los 52 acusados por distintos delitos, entre los que se encuentra el blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas y colaboración con banda armada.

Respecto a las FARC, en el auto de procesamiento hecho público este jueves Ruz precisa que el grupo terrorista era propietario de parte de la cocaína vendida y que el blanqueo de los beneficios de esta venta pudo constituir una importante fuente de financiación para sus actividades.

La líder del grupo logró organizar en nuestro país desde 2007 una red compuesta principalmente por ciudadanos de nacionalidad ecuatoriana y colombiana "dedicada a remesar a estos países dinero procedente del tráfico y venta de sustancia estupefaciente a nivel europeo, a través de una extensa red de agentes y agencias colaboradoras".

SIETE ORGANIZACIONES

Fasce --en cuyo domicilio se encontraron más de 138.000 euros en billetes agrupados en paquetes-- estaba contacto con siete diferentes organizaciones de blanqueo que contaban con redes de personas afincadas en Colombia o Ecuador que se prestan a figurar como beneficiarios de los giros mediante los que se remesaba desde España el dinero procedente del narcotráfico.

Estas personas, una vez recogen el dinero se lo entregan a los representantes de las organizaciones, quienes a continuación se lo hacer llegar a las personas o grupos propietarios de la sustancia estupefaciente.

Paralelamente a la transmisión de instrucciones entre las organizaciones de blanqueo de capitales, todas ellas remitían a Jenny Alexandra Fasce, vía correo electrónico, la información necesaria para llevar a cabo los giros mediante los que se remesaban los beneficios de la droga. La recogida de dinero se llevaba a cabo en puntos como Madrid, Barcelona, Alicante, Las Palmas de Gran Canaria, Cubelles (Barcelona) o Cunit (Tarragona).

El dinero se ingresaba en diferentes cuentas bancarias de las entidades gestoras de transferencias, como Telegiros S.A y Titanes S.A, la mayoría de las veces desde cajeros automáticos para no levantar sospechas de los empleados de banca.

Una vez ingresado, se procedía a la "digitalización de los giros", mediante las páginas de internet con las que cuentan las gestoras antes referidas falseando la identidad de los ordenantes de los giros a Colombia, presumiblemente con la complicidad de trabajadores de estas entidades.