La familia de María José Arcos, desaparecida en Corrubedo en 1996, ha decidido recurrir el sobreseimiento de la causa dictaminado por el Juzgado de Ribeira por considerar que hay "suficientes indicios" para debatir en un juicio "la culpabilidad o no" del único implicado en este procedimiento.

Así lo ha explicado el abogado de la familia, Evaristo Nogueira, quien ha interpuesto el recurso de reforma esta mañana contra el sobreseimiento dictaminado el pasado lunes por el juez, quien ha considerado que los indicios con que cuenta "no son lo suficientemente contundentes" como para continuar con el proceso.

Entre otras razones que figuran en el auto, relata el letrado, constan que no ha aparecido el cuerpo y que han sido "infructuosos" los resultados de la exploración de tierras con georadar, incluida la finca propiedad de R.V., detenido e ingresado en prisión el pasado año por la desaparición de la joven y, posteriormente, puesto en libertad.

No obstante, continúa, establece que la Guardia Civil siga investigando con los medios que considere oportunos y añade que, si alguno de ellos aportase un resultado positivo, que se ponga en conocimiento inmediato del Juzgado.

En algo más de veinte folios, el abogado argumenta, por el contrario, que sí hay indicios suficientes para que "se debata la culpabilidad o no en un juicio" del único implicado, sobre todo, continúa, porque cuentan con un "testigo clave", cuyo relato es "fundamental", y que es una amiga íntima de María José.

Nogueira ha recordado que esta amiga ha declarado en varias ocasiones ante la Guardia Civil y en el Juzgado "de forma inequívoca y con claridad" que María José le comentó, la tarde anterior a su desaparición, que al día siguiente había quedado con R.V.

"Dice que no tiene la menor duda" sobre esta cuestión, ha comentado el abogado sobre la declaración de la amiga de María José, "conocedora de que María José le había dejado un millón de pesetas" y de que "que siempre le preguntaba cuándo se lo devolvería".

Tras esta decisión judicial, la familia pide a la Guardia Civil que siga investigando y que "no decaiga" para "no dejar ningún cabo suelto".

En todo caso, R.V. ya no está imputado técnicamente en este procedimiento, salvo que se estimen los recursos interpuestos, ha precisado el letrado.

Nogueira ha asegurado que, de no ser estimado el recurso de reforma ante el mismo juez, cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.

María José Arcos tenía 35 años cuando desapareció el 15 de agosto de 1996 sin dejar rastro alguno de su paradero. Su coche fue hallado días más tarde frente al faro de Corrubedo, en el municipio coruñés de Ribeira y en su interior estaba su cartera con documentación, así como otras pertenencias personales, aunque no se halló huella alguna.