Las sustancias estupefacientes y objetos peligrosos que pudieran tener los menores del centro de Valle de Tabares fueron el objetivo ayer del primer registro judicial que se realiza en las instalaciones, el cual fue solicitado por el jefe del Servicio de Justicia Juvenil de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, en coordinación con los responsables del centro.

La solicitud se realizó hace varios meses, pero hasta ayer no se había llevado a cabo el citado registro, una medida que nunca antes se había adoptado.

Así, hasta el centro lagunero se trasladaron en la mañana de ayer varios agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, acompañados de una Unidad Canina, en compañía de la jueza del Juzgado de Instrucción y el fiscal jefe de Menores, según informaron fuentes de la Consejería de Bienestar Social, que señalaron que el registro se prolongó durante varias horas, y hasta cerca del mediodía, aunque aún se desconocen los resultados del mismo.

Presencia de droga

Pese a que en un primer momento se indicó que la inspección se debía al aumento de decomisos de sustancias estupefacientes y objetos prohibidos que se había registrado en el centro en los últimos meses, las fuentes señalaron que este incremento no se había producido, y que el registro era una "medida preventiva".

Según explicaron, la entrada de drogas en esas instalaciones es algo que ocurre con frecuencia, pues muchos de los menores salen con frecuencia del mismo y "es fácil" que puedan introducir sustancias estupefacientes en el centro, así como tabaco, que también está prohibido.

Las mismas fuentes indicaron que otra posible vía por las que la droga entra en el centro es por medio de las visitas de familiares a los menores, pues algunos de ellos, que en la actualidad son mayores de edad, realizan "bis a bis", donde el personal de seguridad no está presente.

En la actualidad Valle Tabares acoge a un total de 116 menores; nueve en régimen cerrado, 41 en semiabierto y 66 en régimen terapéutico.

Lo que sí se confirmó es que la cantidad de sustancias y objetos prohibidos en el centro tiene "picos", y que "la pasada Navidad y a mediados del recién terminado mes de febrero" se produjo un aumento significativo en la detección de drogas, sobre todo de "hachís", y otros objetos y sustancias prohibidas.

Aún así, las fuentes del Ejecutivo canario hicieron hincapié en el carácter preventivo del registro judicial, pues la ley solo permite que el personal de seguridad realice cacheos y pasa la "raqueta" a los menores, y, siempre, de forma justificada.

Pese a esta aseveración de las fuentes del Ejecutivo canario, cabe recordar que, según publicaron medios comunicación a mediados del pasado mes de febrero, la situación en el centro de Valle Tabares ha empeorado en las últimas semanas de forma notable con continuos altercados de amenazas y agresiones tanto entre los internos como a la plantilla de trabajadores, entre ellos educadores y personal de seguridad.

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