Al menos 150 personas murieron ayer y varios centenares resultaron heridas tras una serie de explosiones provocadas por el incendio de un depósito de armas y municiones en la capital de la República del Congo, informó el diario local Les Depeches.

Las explosiones, que se produjeron a primera hora de la mañana y que dejaron enormes daños materiales, fueron seguidas por pequeñas deflagraciones, y afectaron también a la vecina ciudad de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. Los múltiples estallidos, que se produjeron a primera hora de la mañana en el barrio de Mpila, provocaron un estado de pánico tanto entre la población de Brazaville como la de Kinshasa, dos ciudades separadas tan sólo por el río Congo.

Tras el siniestro se desplegaron en el lugar varias unidades de bomberos, de la Policía, de la Gendarmería y voluntarios de la Cruz Roja congolesa, mientras que a medio día un equipo de Médicos Sin Fronteras se trasladó al Centro Hospitalario Universitario de Brazaville, que recibió a un gran número de las víctimas.

Según el jefe de la misión de MSF Francia en Brazaville, el doctor Diplo, "se necesita una mayor organización en reparto de los heridos" e indicó que algunos de ellos fueron enviados al Hospital Militar y al Centro Hospitalario de Makelekele por la saturación que sufrió el CHU.

Las autoridades de Brazaville no han detallado cuáles son los daños que han dejado las fuertes explosiones, aunque testigos presenciales aseguran que muchas de las viviendas situadas cerca del depósito de armas se derrumbaron tras las explosiones.