Agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (Equipo de Patrimonio) de la Comandancia de Tenerife de la Guardia Civil han desarticulado un grupo organizado de delincuentes procediendo a la detención de once personas dedicadas a la comisión de hurtos y uso fraudulento de tarjetas de crédito y débito.

El instituto armado ha requisado joyas, diez teléfonos móviles, tres relojes de oro de marca, cámaras fotográficas, una videocámara, artículos de perfumería, 6.500 dólares en efectivo y 4.890 euros en efectivo, todo valorado en unos 300.000 euros.

Las investigaciones se iniciaron el 11 de enero de 2011 al tener conocimiento por denuncia de una ciudadana alemana del hurto de efectos en el aeropuerto Reina Sofía valorados en 520.000 euros, lo que dio lugar a la operación ''Patagonia'' coordinada por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Granadilla de Abona.

Fruto de las investigaciones y su evolución se logró identificar a los componentes del grupo criminal compuesto por ciudadanos españoles y argentinos con amplio historial delictivo.

Los componentes del grupo estaban altamente especializados en hurtos al descuido de carteras portadocumentos, bolsos de equipajes y efectos personales, y actuaban preferentemente en zonas de llegada y salida de turistas en aeropuertos, puertos y hoteles.

Utilizaban vehículos de alquiler que cambiaban a menudo realizando en ocasiones seguimientos y vigilancias de guaguas de traslado de grupos de turistas, escogiendo perfiles de víctimas de avanzada edad. Así, simulando apariencia de turistas, aprovechaban los descuidos de los propietarios de los efectos para consumar los hurtos.

El botín se trasladaba vía aérea facturado hacia las provincias de Málaga y Granada, y otros a Italia y Argentina, donde tenían organizadas las ventas. En cuanto al dinero obtenido, para evitar su intervención policial, se trasladaba en fajas adheridas al cuerpo hasta su destino final en Málaga, Granada y Argentina.

Con las tarjetas de crédito y débito operaban de forma fraudulenta con rapidez en cajeros (antes de la cancelación por los propietarios) sacando el máximo de dinero permitido, obteniendo los números secretos en muchos de los casos del análisis de la documentación y contenido de archivos de los teléfonos móviles sustraídos.

PISOS DE ''SEGURIDAD''

Provisionalmente, el dinero y efectos sustraídos era depositado en pisos de ''seguridad'' (no marcados por la policía) que alquilaban por temporadas, evitando alojarse en zonas de mayor control policial.

El grupo se dividía en células, interconectadas entre sí, compuestas por dos o tres personas que se intercambiaban, llegando a actuar varias en la misma provincia o en la isla, caso de existir mayor afluencia de turistas por temporada, teniendo bastante movilidad por zonas turísticas de España y Europa.

Los presuntos implicados para facilitar sus acciones delictivas se apoyaban en Internet para detectar a través de páginas web de empresas y estamentos la mayor afluencia de turistas (en vuelos y barcos cruceros). ACTUABAN EN ESPAÑA Y EUROPA

Actuaban en todo el territorio nacional así como en diversos países de Europa, en concreto se ha detectado la comisión de delitos en Cataluña, Valencia, Andalucía, Baleares y Canarias, Italia, Alemania y Reino Unido.

Una vez identificados y localizados transcurridos varios meses desde el inicio de las investigaciones, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Tenerife, responsable de la investigación, procedió a la detención de la banda.

El jefe del grupo, de nacionalidad argentina, fue detenido en el aeropuerto de Málaga cuando se disponía a viajar vía Italia, destino Argentina, con parte del botín de las joyas sustraídas a la ciudadana alemana en el aeropuerto de Tenerife-Sur, y cantidades significativas de dinero fruto de los hurtos cometidos, adosados en fajín a la cintura.