La Guardia Civil ha detenido a 35 personas, nueve de las cuales ya han ingresado en prisión, en dos operaciones contra una red de tráfico de drogas a pequeña escala que operaba en las provincias de Cuenca, Toledo y la Comunidad de Madrid.

Las investigaciones se iniciaron en noviembre de 2011 en Tarancón (Cuenca), cuando se detectó la existencia de dos grupos organizados dedicados al tráfico de estupefacientes cuya distribución había causado una gran alarma social en los vecinos, según ha informado hoy el delegado del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Labrador.

Los detenidos no manejaban grandes cantidades de droga, pero ésta sí llegaba a numerosos distribuidores y consumidores.

Además, la droga pasaba con rapidez al circuito de venta, hecho que dificultaba la investigación, ya que los traficantes podían alegar que el destino de los estupefacientes era para consumo propio.

Los grupos se apoyaban en un gran número de personas para transportar las sustancias, controlar los movimientos de las fuerzas de seguridad y adquirir las drogas en pequeñas cantidades realizando varios viajes en un mismo día para conseguirlas.

En la primera fase de las operaciones, denominadas ''Cochino'' y ''Hacota'', fueron detenidas seis personas durante los registros domiciliarios realizados en la provincia de Cuenca y la Comunidad de Madrid.

A continuación, se detuvo a otras 29 personas en la provincia de Cuenca, a dos de las cuales se le imputa además un delito de tenencia ilícita de armas al encontrarse una pistola con abundante munición.

De los 35 detenidos, 28 son varones y 7 mujeres, con edades comprendidas entre los 19 y 46 años.

El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, ha informado hoy de ambas operaciones en una rueda de prensa en Tarancón en la que ha valorado los resultados y el "esfuerzo" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.