La familia de Juan Jovino Díaz Marrero, asesinado en su vivienda de La Laguna en junio de 2010, lamenta que, casi dos años después, el caso continúa sin ser esclarecido y no ha habido detenciones. Además, denuncia que tiene "la misma información que el primer día", cuando se descubrió la muerte violenta.

La portavoz de su familia y sobrina del fallecido, Yoana Ramallo, comenta que "no sabemos nada de nada, ni siquiera si la Policía Nacional tiene identificado a algún sospechoso; llevamos casi dos años sin saber nada".

El cuerpo sin vida de Juan Jovino Díaz Marrero fue descubierto el 29 de junio en una de las dependencias de su casa en el camino de Las Mercedes. Supuestamente, los agentes barajan la hipótesis de que la víctima conocía al autor, puesto que ni las puertas ni las ventanas fueron forzadas.

Ramallo señala que el caso continúa bajo secreto de sumario, lo que, según sus propias palabras, puede significar una buena señal y que los agentes del Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía continúan trabajando en el suceso.

Sin embargo, explica que, "actualmente, ya no sé ni quién está trabajando en el caso". Explica que, hace poco tiempo, realizó una llamada a la comisaría de Tres de Mayo y se enteró de que se había incorporado un nuevo inspector como jefe del Grupo de Homicidios, pero que ella no lo conoce, así como algunos agentes en el último año. Y es cierto; desde el 1 de marzo, un nuevo mando policial dirige la citada unidad.

Pero la única certeza para los familiares de Juan Jovino es que su caso está "empantanado".

La vivienda donde ocurrieron los hechos fue "devuelta" al entorno de la víctima en octubre del año pasado, después de que permaneciera precintada durante un año y cuatro meses.

Durante ese tiempo, agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de La Laguna y del Grupo de Homicidios de la provincia llevaron a cabo diversas inspecciones oculares para tratar de hallar restos o huellas que permitieran identificar, localizar y atrapar al autor de la muerte violenta.

Pero esos esfuerzos, hasta ahora, no han dado resultados positivos. Uno de los obstáculos que sufrieron los investigadores de la Policía Científica, y que fue divulgado por los medios desde el primer momento, es que en la casa de la víctima aparecieron restos genéticos de numerosas personas, que estuvieron en la casa en las semanas y días anteriores al asesinato.

Yoana Ramallo recuerda que su familia desea tener información y que el caso se reactive. En cualquier caso, ella llama periódicamente para interesarse por la evolución del caso, pero en el asunto no hay avances.