La Guardia Civil desarticuló una banda que se dedicaba a la introducción en Canarias de partidas de cocaína procedentes de Brasil y Uruguay y detuvo a seis personas en el marco de la operación Palote II, realizada en Fuerteventura y Madrid. La actuación se saldó con el arresto de dos bolivianos, otros dos uruguayos, un español y un marroquí. Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento el Instituto Armado de que un grupo se dedicada a introducir en las islas droga desde países sudamericanos, para lo que usaba correos humanos que trasladaban el estupefaciente adosado a su cuerpo o impregnado en su ropa. Una vez que los correos llegaban al aeropuerto de Barajas, se dirigían a un domicilio de Madrid, donde la ropa impregnada con cocaína era tratada con productos químicos hasta obtener la sustancia que después era trasladaba al archipiélago. Los agentes descubrieron que el grupo planificaba introducir, desde Sao Paulo (Brasil) y a través del aeropuerto Madrid-Barajas, una importante partida de cocaína que iría impregnada en la ropa guardada en una maleta.