Agentes forestales de la Unidad de Montes del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife hallaron unos 2.000 metros cuadrados en la parte alta del barranco El Bufadero donde hubo una supuesta tala ilegal y descepe de varias especies de laurisilva, como brezos, tejos, aceviños, fayas y laureles para aprovechar su madera. Según la Policía Local, el hecho de que se hayan sacado las raíces de muchos de estos árboles aumenta la posibilidad de que haya un corrimiento de tierras en un área de elevada pendiente. La investigación de los agentes forestales ha permitido identificar a una de las personas supuestamente implicadas en el atentado medioambiental.

Los agentes detectaron diversas cantidades de madera apiladas. Además, les sorprendió que hubiese troncos arrancados de la tierra con las raíces, una práctica prohibida por el alto riesgo que supone de pérdida de suelo y posibles desprendimientos futuros. La persona implicada carece de autorización alguna que justifique la procedencia de la madera, por lo que fue denunciado, mientras que la madera fue intervenida, tal y como establece la legislación vigente.