Un nuevo susto, un gran despliegue de medios de seguridad y emergencias, una broma de mal gusto. Y, sobre todo, otro capítulo de imagen negativa para Tenerife como destino turístico. Estas son las consecuencias de la falsa alarma de bomba anunciada por dos jóvenes británicos cuando estaban en pleno vuelo para pasar sus vacaciones en la Isla.

Los hechos ocurrieron poco antes de las 12:30 horas de ayer en un avión fletado por el operador turístico Thomas Cook. La aeronave había partido del aeropuerto de Mánchester con destino al de Tenerife Sur-Reina Sofía.

En el aparato viajaban unos 218 pasajeros y un total de ocho tripulantes, según los datos facilitados ayer por fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

Cuando faltaba poco para llegar, dos británicos de menos de 20 años, que estaban ebrios, amenazaron al personal de la tripulación con el argumento de que portaban un artefacto explosivo.

Ese dato fue comunicado inmediatamente al comandante del avión, que, a su vez, decidió informar rápidamente a la torre de control del aeropuerto para que se adoptaran las medidas preventivas oportunas.

Protocolo de seguridad

Desde ese momento, la Dirección del recinto aeroportuario del sur de la Isla activó el protocolo de emergencia planificado para afrontar este tipo de situaciones.

Y ahí empezó el gran revuelo de cuerpos de seguridad, bomberos, servicios de emergencia, ambulancias y otros trabajadores que observaron numerosos usuarios de la terminal situada en el municipio de Granadilla.

Una vez que el comandante finalizó la operación de aterrizaje, el avión fue llevado hasta una zona aislada del aeropuerto.

Miembros de la Guardia Civil cercaron completamente la aeronave y se autorizó a que el resto de los pasajeros descendieran del aparato. Dicha acción se desarrolló sin problema alguno.

En ese instante, a requerimiento de la tripulación, los agentes del Instituto Armado accedieron al avión y procedieron al arresto de los dos jóvenes británicos por la falsa amenaza de bomba.

Los recursos activados por parte de la Guardia Civil fueron el Grupo Rural de Seguridad (GRS) de Canarias, la Unidad Orgánica de Policía Judicial e Información, así como numerosas patrullas de Seguridad Ciudadana y, evidentemente, al Equipo de Desactivación de Explosivos (Edex) de dicho cuerpo de seguridad.

Posteriormente, los investigadores procedieron a la identificación de los jóvenes arrestados.

Inspección

Según una de las fuentes consultadas, uno de los implicados tiene 18 años y el otro 19. Al parecer, ambos son originarios de Mánchester. Además, los agentes del Edex llevaron a cabo una exhaustiva inspección de la aeronave, un Airbus A320, para confirmar que no existía artefacto explosivo alguno.

La delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, destacó la "absoluta normalidad" que se vivía en los momentos posteriores a la intervención de la Guardia Civil en el aeropuerto Reina Sofía-Tenerife Sur.

Cabe recordar que los hechos sucedieron un viernes, es decir, el día de la semana donde, por lo general, se produce un mayor tráfico de aviones y pasajeros en el aeropuerto Tenerife Sur-Reina Sofía, debido a la llegada de numerosos vuelos fletados por los turoperadores. Es decir, que el impacto negativo de la falsa alarma por la existencia de un artefacto explosivo fue, si cabe, aún mayor entre la opinión pública.