Guardias civiles del puesto de Güímar imputaron durante la jornada de ayer a un hombre de 54 años por ser el propietario del pitbull que atacó y desfiguró la cara a una vecina del núcleo de Lomo de Mena el pasado martes por la tarde.

La intervención de los agentes se produjo después de que una hija de la víctima interpusiera la correspondiente denuncia.

La mujer, de 74 años y residente en la calle conocida como Lomo de Pablo, continúa ingresada en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria (Hunsc).

Una hija de la víctima señaló ayer que su madre quedó desfigurada debido a que el citado perro potencialmente peligroso le desgarró músculos de la cara. Como consecuencia de las mencionadas lesiones, la vecina de Lomo de Mena ya fue intervenida quirúrgicamente.

No obstante, ahora una de las lesiones que más preocupan a la familia es la que corresponde al pecho izquierdo, puesto que la herida está infectada.

En cualquier caso, para la reconstrucción del citado órgano, el personal médico deberá esperar alrededor de dos semanas más.

Supuestamente, en su declaración ante los guardias civiles de Güímar, el imputado insistió en su hipótesis de que la señora sufrió una caída.

Según aseguró la hija de la víctima, uno de los aspectos más dolorosos del caso es que, supuestamente, el dueño del pitbull encerró el can y él también entró en su vivienda, dejando abandonada en la calle a la víctima.

El juicio rápido por este caso está previsto que se desarrolle el próximo lunes en uno de los juzgados del Valle de Güímar.

El hombre imputado posee en la parte alta de Lomo de Mena una vivienda que utiliza como segunda residencia.

Incumplimientos

En cualquier caso, el hecho de que el pitbull estuviera suelto y sin bozal significa vulnerar la normativa existente para la tenencia de este tipo de perros potencialmente peligrosos, que periódicamente protagonizan episodios de ataques que acaban con personas heridas de gravedad o fallecidas por no respetar las medidas de seguridad.