El Gobierno del sureño estado mexicano de Guerrero rechazó hoy "categóricamente" un estudio que ubica a Acapulco como la segunda ciudad más violenta del mundo, mientras se multiplican las reacciones a la violación de seis turistas españolas en ese balneario del Pacífico.

El Gobierno estatal afirmó, en un comunicado, que los resultados del "ranking" de las 50 ciudades más violentas del mundo, presentado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, "no constituyen sino una distorsión de la realidad".

La asociación civil, argumentó, "no revela en detalle las fuentes de la información que presenta, lo que se traduce en una evidente inconsistencia metodológica que le resta toda credibilidad al documento".

"No compartimos en absoluto las cifras difundidas y mucho menos cuando se reconoce textualmente que se nutren ''de un conteo propio, a partir del análisis de notas periodísticas'' ", subrayó.

Rechazó asimismo que Acapulco se encuentre en la posición mencionada, "de la misma manera que rechazamos cualquier intento avieso por dañar la imagen pública de nuestro estado y de los guerrerenses".

Aseguró que de forma conjunta con el Gobierno federal, las autoridades estatales seguirán "desarrollando acciones diversas y de gran alcance para procurar la tranquilidad y paz de los habitantes de Guerrero y de los turistas que nos visitan".

De acuerdo con el reporte del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, Acapulco pasó de 128 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2011 a 142 el año pasado, aunque no rebasó a la ciudad más violenta del mundo, que una vez más fue San Pedro Sula en Honduras, con 169,3 muertes.

Por su parte, el alcalde de Acapulco, Luis Walton, se dijo dolido por la clasificación del balneario en el estudio de la organización no gubernamental.

"Muy lamentable, muy lamentable que estemos en esta situación, en lo que nos están calificando (...) Me duele que sea de esa manera" dijo el alcalde, citado por medios locales.

Walton reconoció que la violación de las españolas, ocurrida la madrugada del 4 de febrero, perjudica al turismo local, y confió en que la colaboración del Gobierno federal contribuirá a resolver el caso.

Este jueves, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció que ha dado instrucciones para brindar "todo el apoyo institucional" con el fin de que sean detenidos los responsables de la violación de las turistas españolas..

Al recibir un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Peña Nieto dijo que este caso, que afecta "a la nación hermana de España", debe impulsar a todas las autoridades de los tres órdenes de Gobierno (federal, estatal y municipal) a asumir plenamente su responsabilidad de brindar seguridad.

El mandatario dijo que desde que conoció los hechos instruyó a la Secretaría de Gobernación y a la Procuraduría (Fiscalía) nacional para que presten "todo el apoyo institucional que ayude a las investigaciones que permitan dar con los responsables de estos hechos".

En el mismo acto, el presidente de la CNDH, Raúl Plascencia, dijo que hechos como la violación múltiple de las turistas de Acapulco merecen "la intervención oportuna del Estado mexicano".

También señaló que se debe tener muy en claro que "el Estado debe siempre investigar y llevar hasta las últimas consecuencias a los responsables de este tipo de agresiones".

A su vez, el Senado de México exigió hoy al Gobierno a brindar atención "necesaria" (psicológica, jurídica y médica) a las turistas españolas violadas en Acapulco.

Exhortó igualmente a las autoridades a realizar las tareas de investigación y sanción a quienes resulten responsables, y que se informe de ello, a través de la cancillería mexicana, a los Gobiernos de España y de otros países.

En tanto, fuentes de la fiscalía estatal citadas por medios locales dijeron que los trabajos periciales realizados en el bungalow donde fueron agredidas las turistas han concluido oficialmente, al igual que la fuerte vigilancia policiaca y militar desplegada en la zona.

Las fuentes precisaron que se retiraron los retenes de revisión instalados por el Ejército mexicano y la Policía Federal en el perímetro de Barra Vieja, donde se registró la violación múltiple.

Hasta ahora no se han dado a conocer avances concretos en las pesquisas del crimen del 4 de enero, cuando cinco hombres armados y encapuchados irrumpieron en la casa de playa donde se hospedaban las seis españolas, siete hombres de la misma nacionalidad y una mexicana, la única mujer del grupo que no fue violada.