El británico Darren James Spastead quedó absuelto ayer del homicidio por el que fue juzgado esta semana en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, al ser acusado de tirar por la borda a un joven irlandés de 21 años, Garry Robertson Walto, cuando este estaba muy borracho en una excursión turística marítima en 1996 en aguas del Sur de Tenerife.

El Tribunal del Jurado no consideró suficientes las declaraciones de las dos testigos principales, las hermanas Kate y Lucy, para enviar a prisión durante 12 años a Darren.

La familia de Garry se derrumbó tras conocer la sentencia y el veredicto de este caso.