Estafas silenciosas y crueles que "apuñalan" a uno de los principales activos que posee la economía canaria: los turistas, concretamente los de origen británico. Algunos "clubes de vacaciones" ofrecen a sus "clientes" unos considerables descuentos en sus paquetes de viajes a lo largo de varios años. Sin embargo, más tarde o más temprano, las víctimas descubren que las ventajas son, en realidad, inexistentes. Por la sencilla razón de que los precios que les ofrecieron con gran parafernalia en un local los podían haber obtenido en una búsqueda en internet e, incluso, aún más baratos. Y eso después de haber perdido 10.000 o 15.000 euros.