Un agente del Cuerpo Nacional de Policía que estaba fuera de servicio detuvo en Las Palmas de Gran Canaria a un hombre de 30 años que había agredido a dos menores para robarles sus teléfonos móviles tras abandonar, diez días antes, la cárcel, adonde le ha vuelto a enviar un juez.

Al detenido, identificado como A.W.P.L, se le acusa de haber cometido robos con violencia e intimidación. Uno de ellos tuvo lugar en la calle Molino de Viento, donde agredió y lanzó al suelo a un menor para sustraerle su teléfono móvil, y otro lo perpetró unos cuarenta minutos antes, en el barrio de Vegueta, por la misma vía, según la información divulgada en la jornada de ayer por parte de la Jefatura Superior de Policía de Canarias en un comunicado.

Cuando se encontraba por la zona de Molino de Viento, el agente fue alertado por un menor de que había sido víctima de una agresión y un posterior robo, por lo que, junto al chico, al que habían sustraído un teléfono móvil, llevó a cabo una batida por la zona en busca del presunto autor, al que pudo detener tras un forcejeo.

Debido a esta última circunstancia, al acusado también se le acusa de un atentado a un agente de la autoridad. El detenido había actuado de la misma forma previamente en las inmediaciones del histórico barrio de Vegueta, donde puso a otro menor un objeto metálico en el cuello y le propinó un fuerte golpe en la cara para sustraerle otro teléfono. El detenido, sobre el que constan otros once arrestos por hechos similares, había salido hace diez días de prisión, adonde ha vuelto.