La Guardia Civil esclareció una trama que compró, al menos, 28 bebés en Marruecos, que eran introducidos en Melilla para ser vendidos después a familias de la Península, dentro de una operación que se saldó con 31 personas imputadas, de las que 12 ya han fallecido. El comandante de la Guardia Civil Arturo Ortega, que dirigió la "operación Oculta", dijo que se identificó a 14 víctimas, algunas de las cuales ni siquiera sabían que fueron adoptadas.

Las supuestas cabecillas de la trama eran tres hermanas de Tetuán (Marruecos), dos de las cuales fijaron su residencia en Melilla y se dedicaban a captar matrimonios que no podían tener hijos, mientras que la tercera localizaba a embarazadas en Marruecos. Algunas de estas mujeres se desplazaban a Melilla, donde eran acogidas antes de dar a luz, bien en hospitales melillenses, bien en domicilios particulares.

La operación se inició en noviembre del 2011, tras la denuncia presentada por la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) ante la Fiscalía General del Estado, por dos casos detectados en Valencia.

Se trata del primer esclarecimiento de una trama organizada dedicada a la compraventa de bebés, que tuvo lugar en las décadas de los 70 y los 80.

La operación abarca el periodo entre 1977 y 1985, por lo que no se descarta que haya más casos, ya que la investigación -para la que se usó documentación de hospitales y registros civiles, así como información procedente de Marruecos- continúa abierta. Según la Guardia Civil, entre las décadas de los 70 y 80 los implicados en la trama captaban a matrimonios que no podían tener hijos y con alto poder adquisitivo, con los que concertaban una cita y, a cambio de entre 1.200 y 6.000 euros, los trasladaban a Melilla. Una vez en la ciudad, les hacían entrega de un recién nacido, facilitándole a veces un certificado de nacimiento expedido por un sanitario, o poniéndoles en contacto con ellos para que se lo expidieran y, de esta forma, pudieran inscribirlo en el Registro Civil como hijo biológico, previo pago de 300 euros. En ocasiones, los bebés se obtenían en Melilla, donde contactaban con gestantes con escaso poder adquisitivo, que accedían a la entrega del bebé bajo la promesa de una vida mejor para él o simplemente a cambio de dinero.

Otras veces en Marruecos, donde la trama disponía de contactos con personal sanitario y trabajadores de hospitales de las localidades de Oujda y Nador. Los primeros resultados obtenidos se centraron en la coincidencia de determinadas personas, como matronas o facultativos, considerados una "parte importante" de la organización, ligados a las tres hermanas, que eran el núcleo de la trama. El sexo de los recién nacidos era uno de los condicionantes a la hora poner el precio de venta, y era superior en el caso de las niñas porque había una mayor demanda. El precio también dependía de si el bebé nacía en Melilla o Marruecos o del poder adquisitivo de los futuros padres.

Localizada, fallecida y en paradero desconocido

Una de las hermanas está localizada, otra fallecida y a la tercera, que cambió su nombre y sus apellidos, se la está intentando localizar y se cree que está en Marruecos. Según el comandante Ortega, la primera reconoció los 28 casos detectados, de los que 14 pudieron ser identificados en Valencia, Málaga, Granada, Palma de Mallorca o Las Palmas. Algunas personas identificadas desconocían que fueron adoptadas. A las 31 personas implicadas, 12 fallecidas y otras de avanzada edad, se les imputan diversos delitos, como suposición de parto, alteración de la paternidad, detención ilegal o falsificación de documentos públicos. Entre los imputados hay personal sanitario, como facultativos o matronas, pero ninguna religiosa.