Miembros de la Policía Local de Arona proponen al Ayuntamiento que realice un reconocimiento público y oficial a Roberto Muñoz León, el hombre que el pasado domingo salvó la vida a una madre y sus dos hijos, que estuvieron a punto de ahogarse en la charca de Cabo Blanco.

Los agentes municipales argumentan su planteamiento en la "valentía" mostrada por Muñoz para evitar una auténtica tragedia en el citado enclave, ya que ninguna de las víctimas rescatadas sabía nadar.

Los hechos ocurrieron cuando una niña de 11 años, junto a su hermano de 10, daba pan a los patos que viven en dicha presa. En un determinado momento, la pequeña resbaló y cayó al agua. Después, su hermano trató de salvarla y se lanzó al agua. Y finalmente fue la progenitora de ambos, de 27 años, la que se tiró.

Al final, Muñoz, junto con la colaboración de otros vecinos, consiguió sacar de la presa a los tres miembros de dicha familia asturiana.

Fuentes policiales señalan que la presa de Cabo Blanco tiene una gran capacidad para el depósito de agua, así como una gran profundidad. De hecho, algunos ladrones la han llegado a utilizar para tirar al fondo coches robados.

El principal problema, que ha sido denunciado tanto por vecinos como por agentes municipales, es que dicho recurso hídrico no tiene vallado perimetral exterior, por lo que cualquier persona puede acceder a la zona peligrosa del limo y fallecer si no sabe nadar.

Y una de las circunstancias agravantes es que, además, está por debajo del nivel de la calle, con lo que el peligro aún resulta mayor para los niños de corta edad que pasan por la zona.