Un equipo de la policía judicial de la Guardia Civil investiga el fallecimiento de una mujer que se conoció en la tarde-noche de ayer en el municipio tinerfeño de Candelaria. Al cierre de esta edición las diligencias una comisión judicial ya había recogido los datos de un suceso ocurrido en una vivienda de la calle Batayola, un núcleo que se encuentra en el litoral de la villa mariana.

El cadáver de la mujer, de unos 70 años de edad, se localizó después de que algunos vecinos del inmueble alertaran a la sala de control del Instituto Armado de la existencia de un fuerte olor procedente del domicilio en el que finalmente actuaron los representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estados. Según los datos a los que ha tenido acceso esta redacción, la difunta vivía sola y no había sido vista por los inquilinos en los últimos días.

La comisión judicial desplazada al complejo residencial ubicado en las inmediaciones de la piscina municipal barajó la posibilidad de que el fallecimientos se hubiera producido antes del pasado fin de semana y, además, en una primera inspección ocular no se apreciaron signos de violencia evidentes. Con la ampliación de diligencias, ordenada por la autoridad judicial que se hizo caso del incidente, se podrá esclarecer de manera precisa las causas que provocaron una muerte que generó una gran curiosidad entre vecinos y los transeúntes que fueron testigos de la esta actuación policial.