Sonia, la mujer acusada de asesinar a sus dos hijos en 2013 en la capital tinerfeña, aseguró hoy en la segunda jornada del juicio por ese crimen que la muerte de Tindaya y Joseba se la ocasionó Jesús, su pareja y padre del segundo de los citados.

Durante el juicio, y en respuesta al jurado, Sonia dijo que sus hijos donde mejor están es en el cielo y añadió que en algún momento pensó que estaban mejor muertos que vivos, pero insistió en que el 9 de diciembre de 2013 ella no asfixió a los niños, de once y cinco, años en su domicilio del barrio de Vistabella.

Los acusados del asesinato se conocieron cuando estaban internados en el área de salud mental del Hospital Universitario de La Candelaria y cuando recibieron el alta decidieron vivir juntos.

El 8 de diciembre de 2013 Sonia y los niños celebraron el cumpleaños de Tindaya junto a la abuela, y luego se fueron al cine, por lo que llegaron tarde a casa, donde, según la acusada, su compañero le entrego una carta en la que se juramentaban para estar siempre juntos.

Sonia hizo alguna anotación en la carta pero hoy declaró que no esperaba que Jesús mataría a los niños.

Según su versión, fue Jesús quien asfixió a los menores, y así manifestó que oyó cómo Tindaya decía "Jesús, por favor, no me hagas esto", y vio cómo el acusado se inclinaba sobre la niña con una almohada.

También declaró que Jesús le mandó cerrar en ese momento la puerta de la habitación en la que estaba con la niña y le pidió que llevase para allí al niño, al cual cargó sobre su espalda "como un saco de papas" porque no tenía fuerza.

Durante cuatro días, los adultos estuvieron en la vivienda con los cadáveres de los niños y los rociaron con colonia y zotal.

Sonia afirmó hoy que durante esos días ni comió ni bebió y estuvo "flotando" después de haber tomado unas pastillas que no sabe para qué eran, y reiteró que desde que se habían muerto los niños ella también estaba muerta.

Declaró que había pedido a Jesús que la matara pero señaló que éste no fue capaz de hacerlo y el día que sus hermanos fueron para preguntar si ocurría algo les dijo que los niños estaban durmiendo porque estaban muy cansados.

Los cadáveres fueron descubiertos cuando el hermano de Sonia forzó una ventana.

Conocer a Jesús cambió la vida de Sonia, quien reconoció que le sigue queriendo mucho.

Sonia, que hasta hoy se había declarado autora de los asesinatos, comentó que cambió de idea hace unos tres meses cuando una amiga le pidió que dijese todo.

Rita, hermana de Sonia, reconoció que tenía miedo de la relación con Jesús porque no sabían nada de este, y le había expresado a ella su desacuerdo por cómo la trataba.

En cuanto al hallazgo de los cadáveres indicó que había ido a casa de Sonia porque los niños no habían ido al colegio y cuando su hermana abrió estaba "muy rara, se contradecía" y no la dejó entrar en la vivienda porque los menores estaban durmiendo.

El martes "vigiló" la casa y al observar que los niños no salían fue a buscar a su hermano porque pensó que habían dado pastillas a los menores para pasarlo bien ellos, por lo que marchó dispuesta a presentar una denuncia.

Por la tarde de ese mismo día regresó a casa de su hermana, quien le dijo que los niños estaban en el cielo.

Rita reconoció que Sonia es una persona muy influenciable, pero incapaz de matar a sus hijos.

El exmarido de Sonia declaró que el 13 de diciembre acudió al colegio para ver a su hija Tindaya, como hacía con frecuencia, y al ver que no estaba llamó a la madre, pero ésta no respondió.

No era normal que su hija faltase a clase y el 14 de diciembre acudió a la vivienda y llamó por teléfono, pero nadie respondió, dijo el exmarido, quien también manifestó que era buena la relación entre Sonia y Tindaya.