La madre de los niños asesinados en Vistabella en diciembre de 2011, Sonia Prieto Beltrán, realizó ayer una sorprendente declaración en el juicio que se desarrolla por esta causa: "¿Dónde están mejor que en el cielo?" y "Están mejor muertos que vivos". Estas aseveraciones las realizó al final de su interrogatorio y ante una pregunta de un miembro del Jurado. Además, aseguró que todavía está enamorada de Jesús Ponce. Sonia hizo ayer una declaración que difiere completamente de la versión dada tras el hallazgo de los cadáveres, cuando se inculpó de la autoría. Ayer, señaló a Jesús Ponce como la persona que acabó con la vida de Tindaya, de 11 años, y Joseba, de cinco. Cuando se le preguntó por qué se culpó de los asesinatos, comentó que, una vez que había perdido a sus hijos, "yo ya no estaba aquí", así como que le daba igual "ir a la cárcel que al Hospital Psiquiátrico". Otra de las preguntas que se le realizaron varias veces a la procesada fue por qué firmó y dio su aprobación a la carta en la que los acusados hablan de la muerte de toda la familia. Contestó: "No le puse esa importancia y no lo ponía por algo tan extremo" como el asesinato de sus hijos. Si Ponce habló el lunes de que escribió la carta tras la muerte de los pequeños, Sonia dijo ayer que la redactó la noche antes de los hechos. Respecto al momento del suceso, dijo que ella llevó a Tindaya hasta la cama del matrimonio y le puso un canal infantil de televisión.

Afirmó que posteriormente entró en la cocina y cogió un cuchillo, "pensando si podía hacerme algo", porque "yo ya sabía que [Ponce] había matado al niño".

Y que después vio que su pareja estaba sobre la niña, de rodillas, y trataba de asfixiarla con una almohada.

Además, aseguró que oyó que la niña gritó, "Por favor, Jesús, no me hagas eso". En ese instante, Ponce le ordenó a Sonia que cerrara la puerta de la habitación, según la declaración de la madre. Durante los cuatro días que transcurrieron desde el asesinato hasta que se descubrieron los cadáveres, Prieto afirmó que no comió, ni bebió ni fue al baño. La mayor parte de ese tiempo lo pasó en el suelo. Ayer manifestó que llegó a pedirle a Ponce que la matara con un cuchillo, en relación a las heridas leves que tenía bajo un pecho.

Supuestamente, su pareja le preparó la bolsa de gas amarrada a la bombona, pero ella no soportó el olor y, además, Ponce trató de asfixiarla con una almohada, pero tampoco pudo matarla.

Tindaya García: "No me gusta Jesús, papi"

El padre de Tindaya aseguró ayer que Sonia Prieto Beltrán le tenía "rabia y odio porque la dejé". Y ese fue el detonante de que la procesada comenzara a sufrir su inestabilidad mental y sus tres ingresos en la Unidad de Psiquiatría del Hospital La Candelaria. Este testigo se mostró muy afectado ante las preguntas de las diferentes partes. Señaló que a Tindaya "no le gustaba Jesús", pero él mismo la aconsejó que aguantara porque eera el novio de su madre. Ante los indicios de celos que veía en la pequeña respecto a Joseba, su padre también le pidió que lo soportara y le recordó: "Mami te quiere mucho". El progenitor de la niña asesinada afirmó ayer que Sonia "era una persona influenciable" y en alguna ocasión le dijo que la menor era suya "para hacerle daño" a él. El padre de Tindaya señaló que nunca aceptó que la administración, mientras Sonia estaba bajo tratamiento, le otorgara la custodia a los abuelos. Además, denunció que él pidió la custodia de la niña y no se la otorgaron. Aseguró que nunca imaginó que Sonia podía hacerle daño a la niña. No obstante, también indicó que Sonia Prieto con frecuencia le ponía pegas para que viera a la niña o le restaba días para estar con ella. El padre de la menor acudía a verla a los recreos y asistía a las reuniones y las fiestas del centro. Ante la sugerencia de la magistrada de que podía quedarse en la sala o marcharse, el progenitor dijo que prefería irse, "antes de armarla".

las claves

Sonia Prieto Beltrán dijo ayer en el juicio que se desarrolla en la Sección VI de la Audiencia Provincial que el autor de la muerte violenta de sus hijos fue Ponce, lo que difiere completamente de la versión que dio tras el trágico suceso. Al preguntarle por qué se inculpó del asesinato de Tindaya y Joseba, Prieto Beltrán afirmó que, tras desaparecer sus hijos, "yo ya no estaba aquí" y me daba igual "estar en la cárcel o en el Psiquiátrico". La madre de los pequeños afirmó que durante los cuatro días que pasaron hasta que se descubrieron los cuerpos estuvo en el suelo y no comió, bebió ni fue al baño".