Una enfermera y una auxiliar de Enfermería del Hospital de la Candelaria intervinieron ayer como testigos en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra los procesados por el asesinato de los niños Tindaya y Joseba en diciembre de 2011 en Vistabella. Ambas profesionales recordaron que la madre de ambos, Sonia Prieto Beltrán, les reconoció que había sido ella quien mató a los pequeños. Y, además, una de ellas especificó que la acusada justificó su acción en los abusos sexuales que supuestamente sufría Tindaya por parte de su padre. Este extremo ha sido tajantemente negado y rechazado por la abogada del progenitor de la niña de 11 años.