Los helicópteros del Grupo de Emergencias y Salvamento (GES) y del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) finalizaron en la tarde de ayer la recuperación de los fallecidos en el accidente de avioneta ocurrido durante la noche del lunes en el pinar de Tamadaba, en el municipio grancanario de Agaete.

Una de las personas muertas en el trágico suceso es el joven piloto tinerfeño Adonai Orihuela Brownbill, que ejercía como instructor en la escuela de aviación Canavia, con base en el aeropuerto grancanario de Gando.

Adonai Orihuela, que tenía alrededor de 30 años, finalizó su carrera de piloto de aviones hace casi cinco años. Además, era hijo de un excomandante de la compañía Binter Canarias.

Un compañero de profesión, de su misma promoción, lo definió como una persona "muy trabajadora", "que se había movido para computar horas y ganar experiencia". Los otros dos fallecidos en el accidente aéreo fueron la jefa de instrucción y examinadora Geraxane Urruticoetxea Ormaetxe, de 35 años, así como el alumno Jerameel Mejías, un joven de origen venezolano.

La escarpada orografía del paraje donde se estrelló el aparato y la escasa visibilidad debido a la niebla que hubo en la zona dificultaron las labores de rescate de las víctimas mortales, que fueron trasladadas a la helisuperficie del aeropuerto de Gando.

La actividad de instructor de vuelo ejercida por Adonai es un "paso habitual" en los primeros años de muchos pilotos aéreos tras finalizar sus estudios y antes de acceder a alguna compañía aérea, según explicó una de las fuentes consultadas. El tinerfeño fallecido estudió en un centro de formación de Tenerife. Respecto a la avioneta accidentada, una Piper PA-28RT Turbo Arrow IV, es un aparato muy usado en las escuelas de aviación.

Dicha aeronave cuenta con un motor de un único pistón y, si dicho propulsor falla, puede sufrir accidentes graves, según un piloto consultado. Si ocurre esta incidencia, a los pilotos les queda, como alternativa, intentar arrancarlo de nuevo, o bien buscar un lugar en el que aterrizar de emergencia, o bien tratar de amerizar, a tenor de lo expresado por dicha fuente.

Dentro de la formación también se exigen horas de vuelo nocturno y, generalmente, estas se suelen realizar sobre el mar y se evitan las áreas de orografía escarpada.

El suceso se produjo el lunes sobre las 22:30 horas, cuando el Cecoes recibió una alerta procedente de Control Aéreo de Canarias en la que se informó de que habían perdido la comunicación con una avioneta de una escuela de pilotos. El Servicio Aéreo de Rescate (SAR) coordinó el dispositivo. A primera hora de la mañana, un helicóptero del SAR informó de la localización de la avioneta en la ladera de un barranco de La Palma, en Tamadaba. Fue entonces cuando un rescatador del SAR descendió hasta la zona y confirmó el fallecimiento de los tres ocupantes, dos varones y una mujer. El GES, junto con bomberos, Guardia Civil y Protección Civil, recuperaron los cadáveres tras ser liberados, dos de ellos, del interior de la avioneta.