La empresa gaditana Bionaturis, compuesta por una quincena de doctores y científicos, está investigando una vacuna contra el ébola a partir del cultivo en larvas de mariposas inoculadas con un vector contagiado con el virus.

Según Juan José Infante, director científico de la firma, lo novedoso es aplicar una "manera de fabricar distinta" a la de las vacunas tradicionales que permitiría, a partir de la implicación de una multinacional farmacéutica que costeara los ensayos clínicos, fabricar 200 millones de dosis en apenas cuatro semanas, con lo que se evitaría tener que almacenarlas en caso de alerta sanitaria.

El sistema parte de las llamadas vacunas recombinantes, como la comercializada para el virus del papiloma humano o la hepatitis B, que inoculan una proteína de la envoltura del virus para que el cuerpo fabrique defensas contra el desarrollo de la enfermedad, dijo Infante.

Esas proteínas se fabrican desde los años ochenta en fermentadores que contienen células.