Cinco podencos canarios murieron entre el jueves y el domingo por ingesta de veneno en varias zonas de caza de Granadilla y Arico.

Así lo confirmó ayer el presidente de la Federación canaria de Caza, Enrique Sánchez, que perdió a uno de sus animales en un paraje de Arico (Camas Verdes). Además, el domingo perecieron otros tres animales en las proximidades del campo de fútbol de Granadilla casco.

Sánchez comenta que estos episodios, junto a otro similar registrado en La Palma (ocho perros muertos) no es casualidad y teme seriamente que el envenenamiento se convierta en una práctica habitual.

Según Sánchez, en los casos detectados el producto tóxico es tan fuerte que los canes no se salvan ni aplicándoles un tratamiento fuerte de antídotos. Y, si viven, ya no volverán a servir para la caza, porque les afecta al sistema nervioso. El Seprona ya investiga estos sucesos. Sánchez comenta que "puede haber casos que no conozcamos". Sobre la autoría, se barajan varias hipótesis, desde gente externa a la actividad a cazadores que ven "invadido" su territorio.