El presunto pederasta del distrito madrileño de Ciudad Lineal, detenido hoy en Santander, es Antonio Ortíz, español de 42 años, y está acusado de cinco abusos sexuales consumados a menores y de otros tres intentos en poco más de un año, tras los que había huido a la capital cántabra para esconderse.

Con un amplio historial delictivo que incluye secuestros, detenciones ilegales y violencia de género, el detenido había sido condenado a siete años de prisión por agredir sexualmente a una niña de seis años en los años 90.

Relacionado con el crimen organizado, conocía las técnicas policiales y era aficionado al culturismo y a las artes marciales, según ha explicado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en la rueda de prensa en la que ha informado de la detención de este hombre, que según ha subrayado, aparenta menos edad de la que tiene.

La presión policial y la alarma social que desataron los raptos que presuntamente ha cometido Antonio Ortíz hizo que se trasladara hace unas semanas a una casa de Santander, en la calle Bajada de San Juan, donde desde hace quince días era controlado por la Policía las 24 horas.

Ahora la Policía llevará a cabo un minucioso registro de las viviendas que frecuentaba -la de Santander, la suya habitual de Madrid y otra de su familia que utilizó en al menos uno de los secuestros- y del coche que tenía en el momento de la detención.

También buscarán restos biológicos y otras pruebas que le incriminen, como medicamentos y aparatos tecnológicos que utilizaba.

Tras ser arrestado a las 07.30 horas, en una operación en la que han participado cuarenta policías, incluido el GEO, y quince vehículos policiales, el detenido ha sido conducido a Madrid, concretamente a las dependencias de la Jefatura Superior de Policía, donde se le tomará declaración y desde donde será puesto a disposición judicial, previsiblemente el viernes.

Los investigadores han descartado que este pederasta haya tenido ningún imitador que hubiera actuado emulándole. "En Madrid se cometen a diario este tipo de delitos", según ha dicho el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial, José Luis Conde.

La Policía le buscaba desde hacía un año, después de que secuestrara a una niña en el barrio de Ciudad Lineal en septiembre de 2013.

Desde entonces se perpetraron y trascendieron otros tres raptos con abusos en ese distrito y en el cercano de Hortaleza, los pasados 10 de abril, 17 de junio y 22 de agosto.

Se le imputan además otros tres intentos, uno de ellos ocurrido el mismo 10 de abril antes del que logró consumar.

Sobre el quinto caso realizado y los otros dos intentos no se han dado detalles porque, según ha explicado en rueda de prensa el mando policial, hay víctimas que no habían comunicado a sus padres los abusos.

En todos los casos esclarecidos convencía a las menores -de entre 5 y 11 años- para que les acompañara y abusaba de ellas en un piso o incluso en un coche.

No tenía relación previa con ellas y no las vigilaba previamente, sino que se trata de un "pederasta no preferencial", que el único patrón claro que seguía era elegir niñas "de escaso desarrollo físico", según el ministro del Interior.

En ocasiones el ahora detenido no dormía en su vivienda habitual de Madrid, sino que pernoctaba en un coche.

Y es que tenía acceso a un gran número de vehículos porque trabajaba con un empresario que tenía un negocio de compraventa de coches.

La Policía supo cuál era su vehículo habitual y también que puso a la venta en internet otro, con el que supuestamente cometió los dos últimos raptos.

Por el momento no han trascendido más datos sobre quién es y cómo le ha encontrado la Policía, ya que el Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid ha decretado el secreto de las actuaciones.

La detención del pederasta en la operación Candy ha sido confirmada en rueda de prensa por el ministro, que estuvo acompañado por la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso Fernández Díez, y el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial, José Luis Conde.