Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Granadilla de Abona y Santa Cruz de Tenerife han desmantelado una banda de ''alucineros'' en el sur de la isla y han detenido a once personas que se dedicaban al robo de teléfonos móviles de última generación que después vendían, principalmente en el barrio de Añaza, según una nota de la Benemérita

De los detenidos, cuatro son mujeres de entre 22 y 59 años, todas residentes en Añaza, y el resto son siete varones de entre 23 y 36 años, de los cuales dos son vecinos de Santa Cruz, dos de Adeje, dos de La Laguna y uno de La Victoria. Asimismo, se ha procedido a la recuperación de dos turismos sustraídos y la intervención de buena parte de los móviles robados.

La investigación se inició el pasado mes de febrero, tras detectar que en la zona de San Isidro-Granadilla se habían producido dos robos por el método del ''alunizaje'' en tiendas de telefonía móvil, sustrayendo una importante cantidad de smartphones de alta gama. Los asaltantes actuaban con inusitada rapidez y profesionalidad, haciendo caso omiso de los sistemas de alarma y de las cámaras de videovigilancia, ya que tapaban sus rostros con capuchas.

Durante la investigación se comprobó que una parte de los móviles sustraídos estaban siendo utilizados en diversos puntos de la isla, sobre todo en el barrio de Añaza, lo que conllevó que se sumase a la investigación el Equipo de Delitos contra el Patrimonio de la Comandancia de Santa Cruz.

Seguidamente, se inició un seguimiento de cada uno de los teléfonos que habían sido activados tras su sustracción, lo que precisó de la obtención de datos de las compañías de telefonía, ubicación geográfica de los teléfonos e identificación de los titulares de las líneas activas. De esa forma se llevó a cabo un filtro para intentar determinar qué móviles podrían estar siendo utilizados por los autores de los robos y cuáles de ellos ya habrían sido vendidos a terceras personas.

Tras todo ese trabajo se averiguó que parte de los teléfonos habían sido vendidos mediante anuncios publicados en páginas web de compraventa de productos de segunda mano y a precios muy inferiores a su valor real pese a que los compradores reconocían haber adquirido el teléfono totalmente nuevo. Por ello, fueron imputados por delitos de receptación y les fueron intervenidos los teléfonos.

En una segunda fase se procedió a la detención de los restantes usuarios de los teléfonos, que confirmaron que los habían adquirido en la vía pública a chicos del barrio de Añaza, lo que terminó de confirmar las sospechas acerca de los autores materiales de los robos, permitiendo así dar por finalizada la investigación.

Esta investigación ha permitido no sólo el esclarecimiento de los alunizajes en las tiendas de telefónica móvil, sino también demostrar a los posteriores usuarios de ese tipo de productos sustraídos que el avance de las técnicas policiales de investigación permite conocer la ubicación de esos terminales en cualquier momento, lo que provoca que la adquisición de ese tipo de productos sustraídos ya no sea una buena opción.