Salvador Morales Méndez, condenado en su día a 19 años de prisión por matar a su expareja Isabel Canino, ha sido condenado ahora a dos años más de prisión por malos tratos físicos y psíquicos a Isabel en el periodo en que esta quería romper la relación e iniciar una nueva vida.

La magistrada del Juzgado de lo Penal número 5 de Santa Cruz de Tenerife, Beatriz Méndez Concepción, condenó a Morales Méndez a dos años de prisión por malos tratos habituales a la conductora de Titsa asesinada en 2009. Además, le prohíbe portar armas durante 21 meses, así como a aproximarse o acercarse a menos de 500 metros de los familiares de Isabel Canino donde quiera que estén y a comunicarse con ellos por cualquier medio durante tres años.

Además, lo obliga a indemnizar con 2.000 euros a los padres y a la hermana de la víctima.

La magistrada considera que, contra la mencionada sentencia, podrá interponerse recurso de apelación en el plazo de diez días.

La fiscal delegada de Violencia de Género, Francisca Sánchez, y el abogado de la acusación particular, José Manuel Niederleytner, plantearon una condena de tres años más de prisión para Salvador Morales al considerar probado que acosó y presionó a Isabel durante meses para que no lo abandonara. La hermana, una vecina y una psicóloga manifestaron durante el juicio que la conductora de Titsa sufrió acoso y presión por parte de Salvador, hasta el punto de que pidió ayuda a un gabinete psicológico porque no sabía cómo afrontar la situación, debido al miedo que le tenía al que acabó siendo su asesino.

Salvador Morales ha sido condenado, en total, a 21 años de prisión, incluyendo la última sentencia conocida ayer.

En esa línea, según reconoció él mismo procesado durante el último juicio, lo condenaron previamente a 19 años y ya ha cumplido cinco de ellos.

Eso significa que, si no recurre o, si lo hiciera, no le aceptaran su recurso, aún le quedarían por pasar 16 años en un centro penitenciario.