El joven Alejandro Solana Pérez, que fue golpeado por uno de los vehículos que competían en la Subida a Valle Tabares-Jiménez durante la mañana del pasado sábado, falleció en la mañana de ayer en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria.

Solana Pérez estaba situado en la conocida como curva de Los Cochinos y captaba imágenes de los participantes.

Durante la celebración de la primera manga oficial (ya se habían desarrollado las dos de entrenamiento), el coche número 25, el Mitsubishi Evo VIII pilotado por Tomás Negrín, se salió en una curva de izquierda por el margen derecho y causó importantes lesiones en la cabeza al reportero gráfico.

Supuestamente, el fallecido se hallaba en una zona donde estaba prohibida la presencia de público, porque es, precisamente, la salida natural de los coches de competición en las pasadas de frenada.