La fiscalía y la acusación particular, que ejercen los familiares de las víctimas, ratificaron ayer su solicitud de 50 años de prisión para los tres principales imputados en el asesinato de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Severein Lodewijk, ocurrida en una casa rural en mayo de 2013.

La ratificación de sus conclusiones se produjo durante la comparecencia celebrada en el Juzgado de Instrucción de Molina de Segura (Murcia) que dirige las investigaciones de este caso y a la que asistieron también las defensas y los acusados del doble crimen.

Estos últimos son Juan Cuenca, exgerente del club donde jugó Visser, y los rumanos Ion Valentín y Constantin Stan, indicaron a Efe fuentes judiciales.

Tanto el fiscal como la acusación particular mantuvieron que los autores materiales de los asesinatos fueron estos dos últimos, que, presuntamente, habrían actuado por encargo de Cuenca.

A esta vista asistió también el cuarto imputado, Serafín de Alba, propietario del huerto donde fueron enterrados los cadáveres y al que se atribuye un delito de encubrimiento por el que se piden tres años de prisión.

La vista, que es la antesala de la preparación del juicio oral que se desarrollará ante un jurado popular en la Audiencia Provincial de Murcia, contó también con la declaración de una testigo, propuesta por la fiscalía.

Se trata de una empleada del hotel donde se alojó la pareja holandesa hasta pocas horas antes de ser trasladada a la casa rural donde encontrarían la muerte.