Ayer quedó visto para sentencia el juicio contra un británico acusado de intentar matar a una pareja de compatriotas y lesionar a otra mujer en 2012 en el complejo turístico Malibú Park. La principal novedad de ayer fue que la fiscal rebajó uno de los delitos, intento de asesinato, a intento de homicidio porque la víctima vio actuar al agresor y no fue atacada por sorpresa.

El juicio, iniciado la semana pasada, continuó ayer con la exposición delos forenses y, además, se leyeron las conclusiones de las partes.

En total, el Ministerio Público solicita para el procesado, John Martin Leonard, 19 años y seis meses de prisión por intentar asesinar a un hombre, Andy Stewart (9,6 años); homicidio en grado de tentativa para su esposa al intentar defender al anterior (7), y por causar lesiones de gravedad a la camarera del local (3).

La fiscal cree que existen indicadores que apuntan que había "ánimo de causar la muerte y en el primero de los casos con alevosía", porque la víctima no esperaba el ataque. La representante del Ministerio fiscal destacó que el procesado abandonó el lugar de los hechos, cogió dos cuchillos grandes y regresó. Además, señaló que en el caso de las dos primeras víctimas (Andy y Wendy) dirigió sus ataques hacia la parte superior de sus cuerpos, con lo que podía haber causado un daño letal. Y, según los forenses, "de haber alcanzado sus órganos vitales, los hubiera matado". Además, el acusado "tuvo que ser desarmado y golpeado" para que cesara su actitud agresiva.

El letrado portavoz de la acusación se adhirió a las peticiones de penas de la fiscal, aunque mantuvo sus planteamientos sobre las indemnizaciones por responsabilidad civil, cifradas en 30.000, 50.000 y 80.000 euros. Señaló que las víctimas siguen sufriendo las consecuencias no temporales, como miedo y angustia postraumática. La defensa considera el acusaso "no tenía ánimo de matar", pues atacó a la primera víctima con el lado romo del cuchillo.