La Guardia Civil ha llevado a cabo una operación en la que han participado más de 7.000 agentes y en la que se han realizado cerca de 2.500 inspecciones en todo el país para el control del comercio y distribución ilegal de productos alimenticios, interviniendo cerca de 600 toneladas de alimentos y más de 500.000 litros de bebidas.

En la isla de Gran Canaria fueron intervenidas más de 30.000 botellas de bebidas alcohólicas, la mayoría por irregularidades en su etiquetado, además de productos alimenticios y de herboristería, todo ello valorado en más de 88.000 euros.