El Tribunal Supremo (TS) dictó una sentencia, cuyo ponente es Cándido Conde-Pumpido, por la que confirma las penas de 40 años de prisión para cada uno de los dos autores del parricidio de Vistabella, Sonia Prieto y Jesús Ponce, que mataron a Tindaya, de 11 años, y Joseba, de cinco. La resolución se produce después de que los abogados de ambos recurrieran la sentencia de la Audiencia Provincial, primero al Tribunal Superior de Justicia de Canarias, y después al TS. Los dos condenados presentaron recurso por quebrantamiento de forma, infracción de ley e infracción de precepto constitucional.

La defensa de Ponce recurrió por una "modificación sustancial del objeto de veredicto, pues incorporó una redacción que no se encuentra recogida en ninguna de las calificaciones de las partes". El TS dice que la modificación no supone una agravación de la responsabilidad del acusado, "que pasa de autor material ejecutivo a autor conjunto" (de sujetar la almohada con la que se asfixió a Joseba a observar el asesinato y no hacer nada por impedirlo).

Sobre la presunción de inocencia de Ponce, el Supremo recuerda la existencia de una carta en la que ambos afirmaban que tomaron la decisión conjunta de matar a los niños y de suicidarse después; su presencia en la casa y la imposibilidad de que Sonia actuara sin que él lo supiera por las características de la vivienda; así como que no pidiera atención sanitaria para los niños. Sobre la presunción de inocencia de Sonia, el TS dice que el Jurado tuvo en cuenta que los niños murieron por asfixia, de forma compatible con lo que ella declaró; que estaba con los menores cuando fallecieron, su reconocimiento de la autoría de los hechos, que no pidió ayuda sanitaria y que se encerró con los cadáveres cuatro días.